En México sólo una minoría planea el pago de la educación superior de sus hijos en una institución privada. Solo 5% ciento contrata un plan específico para financiarla y más del 90% cubre el costo con su ingreso actual, según un informe de HSBC.

 

“Existen dos tipos de personas: aquellas que empiezan a prever el pago de las colegiaturas de sus hijos cuando están muy chicos, y aquellos que se les ocurre ahorrar muy poco tiempo antes que sus hijos entren a la universidad”, dijo en entrevista para 24 Horas Sofía Macías, autora del libro El Pequeño Cerdo Capitalista: Inversiones.

 

De acuerdo con la especialista en inversiones, el tiempo ideal para empezar a ahorrar es de entre 15 y 18 años de antelación, básicamente desde antes que un niño entre a la escuela primaria.

 

“Si planeas el pago de tu educación con más tiempo de antelación, puedes elegir instrumentos con un poquito más de riesgo y, por ende, conseguir mejores rendimientos”.

 

Actualmente la educación privada es considerada por muchos padres de familia un gasto esencial. “Los padres han limitado la confianza en el sistema educativo del país”, de acuerdo con HSBC.

 

Además de la falta de planeación, uno de los principales problemas en México es el elevado precio que pueden llegar a cobrar muchas instituciones privadas en relación con el sueldo del profesionista promedio.

 

De acuerdo con el Observatorio Laboral de la Secretaría del Trabajo, al segundo trimestre de 2014, el ingreso promedio mensual de los profesionistas fue de poco más de 10 mil pesos y un semestre en una universidad de prestigio en la Ciudad de México –como el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), la Universidad Iberoamericana o la Anáhuac– ronda los 84 mil pesos con una carga normal de materias.

 

Muchas de estas universidades ofrecen crédito. Sin embargo, el estudiante queda con una deuda elevada al momento de graduarse, pese a que estos esquemas suelen tener una tasa de interés más baja que otros productos financieros (9% anual). Un estudiante a nivel profesional con un financiamiento de 40% del total de su licenciatura, tendría que pagar durante la carrera 11 mil 700 mensuales, y además terminar con una deuda de 335 mil pesos a pagar en mensualidades de 6 mil 700 pesos por ocho años, según el simulador de crédito del Tec de Monterrey.

 

“Como en todos los créditos, hay que tomar en cuenta la expectativa de cuánto es más o menos el salario del campo en el que estudies, y la mayoría de estos créditos te dan hasta seis meses de gracia para que busques un empleo”, detalló Sofía Macías. Por ello, es recomendable comenzar lo antes posible con un plan de ahorro. Existen en el mercado financiero mexicano diversos planes para financiar una licenciatura en un buen plantel educativo.

 

Fideicomiso 

 

Muchos grupos financieros ofrecen este contrato en donde los recursos invertidos serán destinados a un fin determinado. En el acuerdo se puede fijar la periodicidad de las aportaciones, y se cuenta con un gran control en donde se invertirá el dinero.

 

“Mucha gente que tiene empresas eligen este esquema. Les interesa sacar fuera de su patrimonio o fuera de sus bienes embargables el tema de la educación, porque los fideicomisos hasta cierto punto no son embargables”, explicó Sofía Macías.

 

Fondos de inversión 

 

Debido a que el aumento de las colegiaturas es superior a la inflación anual, esta es una buena opción para ahorrar y obtener rendimientos en el largo plazo. En este caso es conveniente abrir un seguro de vida temporal, para proteger al beneficiario en caso de fallecer el titular.

 

Además es una forma de ahorro más simple ya que el banco se encarga de manejar el dinero para que el cliente obtenga mayores rendimientos. Existen instituciones como Sura o HSBC que cuentan con fondos específicos para fines educativos.

 

Seguro educativo 

 

La conveniencia de este producto es que conjuga un seguro de vida y una cuenta de ahorro que ofrece atractivos rendimientos en un solo paquete. Ofrece la flexibilidad de un fondo de inversión para especificar la periodicidad y el monto de los pagos, pero en caso de fallecimiento del titular, el beneficiario puede recibir una compensación extra al dinero que se haya invertido en su cuenta, como en los productos que ofrece Grupo Nacional Provincial. Los seguros también ofrecen rendimientos y es recomendable realizar aportaciones adicionales para maximizar el monto a recibir.

 

“Este producto puede llegar a ser un poco más caro que tener un fondo de inversión y un seguro de vida temporal. Esto se debe a que una parte del rendimiento se la lleva la aseguradora, y tienes menor control de cuanto quieres destinar a la parte de educación, y cuanto a vida”, dijo Macías.