La idea sale de Los Pinos y se ha convertido en estrategia de campaña: la disputa por la Presidencia de México tiene que llevarse al terreno del bipartidismo, una lucha directa entre el PRI y el PAN, en la que, al mismo tiempo que se evita una dispersión del voto por una tercera opción, se vuelve más fácil para el panismo y el gobierno “contrastar” sus propuestas directamente con el PRI y centrar sus ataques en el priismo y su candidato, antagonistas históricos del PAN.

 

En la lógica de los estrategas gubernamentales “la tendencia de todas las elecciones en el mundo es a definirse entre dos opciones y hacia allá debe ir la contienda en México”. Y para eso preparan el terreno y hablan de encuestas en las que la diferencia entre el priista Enrique Peña Nieto y Josefina Vázquez Mota se cierran hasta llevar a la percepción de una elección que terminará reñida pero sólo entre dos de los tres contrincantes.

 

Pero ¿a quién más, a parte del PAN, le conviene la idea de una elección bipartidista? Por supuesto no le conviene al PRD y a sus aliados de “las izquierdas” que son a los que el PAN-gobierno buscan sacar de la jugada y desinflarlos de tal modo que la de Andrés Manuel López Obrador termine siendo una candidatura testimonial. De ese modo el voto “antigobierno” o “anticalderón” que podría captar Andrés Manuel López Obrador se diluye y le hace menos daño al partido gobernante.

 

Tampoco le conviene al PRI al que un crecimiento de López Obrador le ayuda a diluir el efecto del voto antipriista y evita que esos sufragios los concentre el PAN y su discurso contra el partido tricolor. El mejor escenario para los priistas, dicen los estrategas de Peña Nieto, es que la elección vaya a tercios con un crecimiento de la izquierda que le reste votos al gobierno y al panismo.

 

En cambio para el PAN y su candidata Josefina Vázquez Mota el escenario ideal es colocarse cada vez más cerca de Peña Nieto y tener un enfrentamiento “tét a tét” con el priista, porque su apuesta es al contraste de personalidades y de propuestas, además de que, en la estrategia de golpeteo que tienen preparada contra el priista, la apuesta es a irle restando puntos que hagan que se termine cerrando la elección entre los dos partidos.

 

Para que ocurriera un escenario como el que buscan en el gobierno y el PAN faltan aún muchas cosas: primero que López Obrador realmente no creciera y que incluso se desfondara en la campaña, cosa que no es seguro que ocurra; que Peña siguiera descendiendo y que los “golpes” que dicen tener guardados en el gobierno y el PAN de verdad fueran certeros, cosa que hasta ahora no se ha visto; y tercero que Josefina realmente creciera más allá del leve impulso que tuvo tras ganar la elección interna del panismo. Ninguno de esas posibilidades se ve hasta ahora real y falta mucho para saber cuál será el comportamiento de los votantes y hacia donde se moverán conforme se acerque la fecha de la elección. Lo demás del bipartidismo son hasta ahora sueños guajiros.

 

NOTAS INDISCRETAS… “Quiero ya en mi escritorio el expediente de Peña Nieto”, dijo la voz del altísimo funcionario gubernamental que le reprochó a funcionarios de la SIEDO que aún no tengan nada “bien armado” contra el candidato priista… Académicos del ITAM, del CIDE y de otros institutos de estudios, se reunieron ayer por la tarde con Josefina Vázquez Mota en el exclusivo piso 51 de la Torre Mayor. El encuentro fue privado y a invitación de las instituciones académicas que querían ver si, más allá de las frases hechas y los lugares comunes, doña Jose trae algo más… Serpiente de los dados. Mal tiro.

 

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