Bolivia sorprendió al mundo en 2006 al elegir como presidente a un indígena aymara, Evo Morales, quien concretó el anhelo por recuperar la soberanía e integrar a los pueblos originarios. Así es hoy el Estado Plurinacional de Bolivia y ésa su cualidad especial, explica a 24 horas el Embajador Marcos Domic Ruiz. Él representa en México al país andino que aloja en su subsuelo la segunda mayor reserva de gas natural de Sudamérica, más del 50 por ciento de litio del planeta, es el cuarto productor mundial de estaño y séptimo de plata.

 

Flanqueado por la bandera boliviana, el diplomático describe los avances y desafíos del país, históricamente dependiente de la extracción minera que generó al cuarto hombre más rico del planeta, que hace poco vivía en el semifeudalismo agrícola, cita la tenaz defensa ambiental de los pueblos originarios, la oposición que espera errores del gobierno, el agravio contra Evo Morales bajo el escándalo Snowden y cómo ese Estado prepara su salto tecnológico bajo un modelo antimonopólico.

 

Domic, exdirigente del Partido Comunista Boliviano (PCB), enfatiza que el actual proceso político-económico es inclusivo y democrático; aquí cayeron las teorías de la ultraizquierda de que sólo se llega al poder por la lucha armada, pues se logró por la vía electoral y pacífica. El nuevo modelo económico, definido por el Ministro de Hacienda, Luis Alberto Arce, como “social, comunitario colectivo” significa que ha sido derrotado el capitalismo neoliberal en general, no completamente, pero sí el esquema de exclusión hacia las mayorías que hoy se benefician de los programas sociales.

 

El éxito del modelo se refleja en cifras: desde 2005 el país ha crecido de forma sostenida a una tasa no menor al 5 por ciento y en 2013, cerró con 6.5 por ciento. “Estamos detrás de Paraguay –señala Domic- y el pronóstico es llegar este año al primer lugar”. Desde 2005 se triplicó el Producto Interno Bruto de Bolivia, entonces fue de 9 mil 574 millones de dólares y en 2013 se incrementó a 28 mil 704 millones de dólares.

 

El modelo económico del Gobierno propicia esas cifras, por lo que es falso que se emprendan acciones contra las empresas, la lucha es contra los monopolios trasnacionales, subraya. Ahora hay miles de pequeñas y medianas empresas donde hay plusvalía, el capitalismo no se ha liquidado y se busca superarlo de forma pacífica, no por la vía de la exclusión o la expropiación.

 

Esto fue posible por la transformación del carácter clasista del Gobierno central y sus órganos a favor de las clases populares y trabajadoras. Es el signo del proceso revolucionario de este Gobierno, dice el también psiquiatra y añade que el nuevo modelo político también determina que los ingresos por la riqueza mineral del país, se destinen a programas de desarrollo e inclusión de los sectores históricamente discriminados.

 

Esa renta hoy se distribuye entre la población que por primera vez recibe ayuda gubernamental permanente, no son programas asistenciales –afirma- sino que promueven el consumo y el desarrollo. Uno de ellos es el Bono Juancito Pinto -en memoria del niño tamborilero del Ejército en la Guerra del Pacífico de 1880- destinado a evitar la transmisión generacional de la pobreza entre niños y adolescentes. Hasta ahora, ese apoyo ha logrado reducir sustancialmente la deserción escolar, según el diplomático.

 

El cambio político permitió a Bolivia usar con tino su carta energética a nivel regional e internacional. De recibir de las empresas extractoras en el pasado apenas 18 por ciento por la exportación de gas natural, tras la ley del 1 de mayo de 2006, el Estado recibe 80 por ciento del ingreso. Esa dinámica permitirá que Bolivia deje de ser exportador de materias primas y produzca bienes con valor agregado de modo que en lugar de vender al exterior gas natural, lo hará con derivados como el metano y etanol, confía Domic.

 

En cuanto a la forma en que pretenden cambiar el modelo de economía extractiva, explica que el vicepresidente Álvaro García Linera ha descrito el actual período como de transición hacia una economía no extractivista, que promueva una industrialización sin afectar el medio ambiente. Hasta ahora, Bolivia vive de exportar materias primas, sólo en 2013 alcanzó una cifra récord de 12 mil 500 millones de dólares.

 

Ahora que comenzará la explotación del litio -considerado el combustible del futuro pues reemplazará a los contaminantes carburantes de origen fósil- se verá un gran cambio. Bolivia lo posee en abundancia en el Salar de Uyumi, que también resguarda grandes yacimientos de magnesio, boro y potasio. Si antes se exportaba el mineral en bruto, con otros que eran decantados por las empresas importadoras, hoy se hará con manufacturas, este año comienza la exportación de cátodos de litio y en 2015 se exportarán baterías para producir energía limpia, con lo que Bolivia contribuye al cuidado del medio ambiente.

 

Este escenario es distinto al de mediados del siglo XX, cuando el país era primer productor mundial del estaño y su explotación enriqueció a un puñado de magnates, como Simón Iturri Patiño, el Rey del Estaño que llegó a ser el cuarto hombre más rico del mundo, recuerda Domic. Tras la nacionalización minera de 1952 la familia decidió vivir en Europa; su hijo, Atenor Patiño, construyó en México el Hotel María Isabel, en memoria de su hija, y el hotel Las Hadas de Manzanillo, Colima.

 

La crisis de julio de 2013, cuando países europeos prohibieron que el avión del presidente Morales sobrevolara su territorio por sospechar que transportaba al exagente de la Agencia de Seguridad Nacional, Edward Snowden, es considerada por el Embajador como “un error enorme de Francia, Portugal y otros países”. Agrega que aunque más adelante se supo que lo hicieron por presión de Estados Unidos, fue vergonzoso ver a potencias europeas actuar así, se disculparon ampliamente y es un incidente superado.

 

Lo que no está superado, y en eso insiste Bolivia firmemente, es en el fin de las acciones israelíes contra los palestinos. Por los graves hechos que atentan contra la vida y la humanidad, Bolivia rompió relaciones diplomáticas con Israel el 14 de enero de 2009.Esto se respalda en la Constitución que establece que Bolivia es un Estado pacifista.

 

Y aunque este país mantiene una política de integración con sus vecinos latinoamericanos, ha abierto su relación con la República Popular China y la Federación Rusa sus grandes socios comerciales y de política energética. En junio de 2010 México actualizó su relación comercial con Bolivia a través del Acuerdo de Implementación Económica, en julio de 2013 se anunció que el comercio bilateral pasó de 50 millones de dólares a unos 250 millones de dólares.

 

Retos latentes

 

El embajador Domic Ruiz admite que hay desacuerdos entre los planes gubernamentales de desarrollo y algunos pueblos originarios en defensa de su tierra, la Pachamama. Explica que existe una corriente radicalmente indigenista que ha convertido a la Pachamama en “objeto y sujeto intocable”, contrario a obras de infraestructura, porque va contra al buen uso de la naturaleza y la tierra.

 

Así ocurrió en el proyecto de la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos, donde comunidades del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro-Secure (TIPNIS) se opusieron a esa obra, parte de la Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional y Suramericana (IIRSA) para conectar 12 países del Cono Sur.

 

El segundo tramo de la vía uniría al departamento de Cochabamba y Beni, dos comunidades muy apartadas, donde se proyectaba estimular la producción cárnica. Pese al compromiso presidencial de dañar lo menos posible el entorno, el proyecto fue rechazado por las comunidades indígenas en medio de gran tensión entre líderes locales y la policía estatal. Sin embargo, apunta Domic, el país necesita impulsar la producción para crear riqueza y eso pasa por la construcción de caminos.

 

Otro desafío político-social del Gobierno de Evo Morales es el de las élites opositoras, asentadas en su mayoría en la llamada Media Luna (Santa Cruz, Tarija, Beni y Pando) donde en 2008 se escenificó un proceso de desobediencia civil contra el proyecto constitucional del presidente, en reclamo de la autonomía de esos departamentos.

 

Se apoyaban en una base social, particularmente el grupo de Rózsa Flores, hijo de un militante comunista húngaro que después peleó en Croacia contra el gobierno serbio. “Evo no podía ni entrar. Ahora la Media Luna ha desaparecido, la conspiración fue derrotada contundentemente, están de capa caída” asegura el embajador.

 

Hoy encabezan esa oposición oligarcas cruceños, algunos de origen eslavo, beneficiados de la riqueza minera que luego se asentaron en Santa Cruz y Cochabamba. No obstante, la resistencia es solapada y si encuentran condiciones o errores graves o serios del gobierno, puede reactivarse, “porque el enemigo nunca duerme y esperará condiciones propicias” previene.

 

La dependencia alimentaria del país es un importante obstáculo para el desarrollo, pues importa trigo, maíz y avena. El entrevistado atribuye ese rezago a la histórica feudalización en la tenencia de la tierra y a la obsolescencia de los métodos de cultivo. Para sortear ese problema, se promueve la producción de cereales ricos en nutrientes como la soya y la quinua, grano del que Bolivia es el primer productor mundial y que en 2013 exportó más de 40 mil toneladas, con cuya venta ingresaron alrededor de cien millones de dólares.

 

Mantener los logros del Gobierno de Evo Morales es el objetivo en las elecciones presidenciales del próximo 12 de octubre. Hasta ahora todo indica que el mandatario será reelecto, lo que garantizará el crecimiento del país bajo el particular modelo económico boliviano, que rechaza los monopolios trasnacionales y promueve a la pequeña y mediana industria. Sus principales rivales son: Samuel Doria del Partido Unidad Nacional (centro-derecha) y Juan del Granado del Movimiento sin Miedo (centro-izquierda).

Recuadro 1: México: relación entrañable

 

Descendiente de croatas radicados en Bolivia y excandidato a la vicepresidencia de su país en 1987, el médico y psiquiatra Marcos Domic Ruiz estaba en la sede del PCB cuando le avisaron: “Le llama el presidente”. Conocidos desde que ambos eran candidatos, respondió al llamado y escuchó: “Hola doctor. Hemos pensado en Usted para que sea el embajador de Bolivia en México”.

 

Disciplinado, consultó la oferta con su partido y casi media hora después, devolvió la llamada al presidente con su respuesta afirmativa. Así fue la designación de este hombre que conoce muy bien al país anfitrión, donde estuvo exiliado en dos ocasiones: en 1971 y en 1980.

 

La charla concluye con el recuerdo de Quintín Quevedo, el presidente de Bolivia que el 20 de septiembre de 1857 fue el primero en reconocer al Gobierno de Benito Juárez. A 157 años de ese acontecimiento, el embajador Domic Ruiz asegura que las relaciones bilaterales fluyen cordialmente, que encuentra interés y respeto en el actual Gobierno federal mexicano y atrás quedan los desencuentros de gestiones pasadas. Confía que en la XXIV Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno que se realizará en Veracruz se defina una cita oficial entre Evo Morales y Enrique Peña Nieto.

Recuadro 2: Retrato hablado

 

– El país cambió de nombre a Estado Plurinacional de Bolivia en febrero de 2009.

 

– El Tribunal Supremo Electoral confirma que hay 5 mil 973 empadronados habilitados para los comicios del 12 de octubre.

 

– Bolivia mantiene un reclamo territorial con Chile por una salida soberana al Océano Pacífico, pues sus límites actuales fueron trazados por el Tratado de Paz y Amistad de 1904.

 

– Hay 38 pueblos originarios indígenas en Bolivia, distribuidos en 3 grandes zonas: la amazónica, el Chaco y los Andes.

 

– A febrero de 2014 el Mercosur es el principal mercado para Bolivia, con un superávit de 623.2 millones de dólares. Le sigue en importancia ALADI con superávit comercial de 572.6 millones de dólares. El saldo comercial con Estados Unidos y Corea del Sur fue positivo, al dejar saldos favorables a Bolivia de 99.6 y 15.3 millones de dólares respectivamente.

 

El comercio con China fue deficitario, con un saldo negativo para Bolivia de 184.7 millones de dólares. Asimismo el comercio con México generó un déficit que asciende a 45 millones de dólares.

 

Fuente: Ministerio de Relaciones Exteriores. Viceministerio de Comercio Exterior e Integración. Feb. 2014.