Aunque el Distrito Federal es una de las entidades con los índices delictivos más altos del país, para la Procuraduría capitalina las cifras de asesinatos en la ciudad van a la baja en este año, donde desde hace tres años el uso de armas largas en los homicidios sólo representa el 1% de las agresiones.

 

Para Marco Enrique Reyes Peña, titular de la Fiscalía de Homicidios, el hallazgo de restos humanos o los multihomicidios no están necesariamente ligados con la delincuencia organizada.

 

De acuerdo con la última actualización de las cifras sobre homicidios dolosos en el DF, los 590 casos registrados de enero a octubre de este año representan una disminución de 5.42% en comparación con el mismo período, la cifra, según sus registros, bajó 3.59% del año pasado con respecto a 2012.

 

“El promedio se sigue manteniendo en dos homicidios diarios, hay días en que tenemos tres o cuatro y otros donde no hay. En este delito no hay cifra negra, porque el homicidio se investiga de oficio, nace del hallazgo de un cadáver”, sostuvo el titular de la Fiscalía de Homicidios de la PGJDF.

 

En entrevista con 24 HORAS, el funcionario destacó que son tres los principales móviles que concentran la mayor incidencia de asesinatos: venganzas, riñas y delitos patrimoniales (robos).

 

“De los asesinatos registrados en lo que va del año, el porcentaje de consignación de los probables responsables presentados ante el ministerio público está en un promedio de 57% entre el 2012 y el 2014”, señaló el fiscal. Sin embargo de ese periodo ha sido 2013 el año con más consignaciones, al sumar 59.28% de los casos; mientras que actualmente es 52. 58%.

 

“Evidentemente el nivel de porcentaje (de consignaciones) se va elevar conforme el avancen de las investigaciones; hemos resuelto casos de hace cinco o siete años atrás, porque no son fáciles, requieren paciencia y establecer claramente la responsabilidad de los participantes, y eso lleva tiempo según las características del caso”, reconoció.

 

Los crímenes son personales

 

Cuestionado sobre la posible vinculación de esos delitos con el crimen organizado, que se podría presumir por el uso de armas largas o por que las víctimas son mutiladas, Reyes Peña indicó que no necesariamente el móvil está ligado a la causa de muerte, y el uso de armas largas en crímenes es muy mínimo, sólo 1% en los últimos tres años.

 

“Podemos observar que en el DF no hay enfrentamientos entre la policía y grupos armados o el uso de armas largas, como es una constante en otros estados. El tipo de venganzas que vemos son entre familias, entre grupos de narcomenudistas, o gente que fallece violentamente o en mutilada por cuestiones de índole personal”.

 

Al respecto, el funcionario recordó que la Fiscalía a su cargo resolvió dos hallazgos de restos humanos que causaron gran polémica recientemente. Uno de ellos fue el caso de un hombre que mató y mutiló a su propio hermano, y dejó las partes del cadáver de su familiar en calles de la delegación Gustavo A. Madero.

 

También mencionó el caso del señor que asesinó, quemó y mutiló a su ex pareja para después abandonar sus restos en calles de Coyoacán, Miguel Hidalgo e Iztapalapa. En ambos, las indagatorias resolvieron que fueron cuestiones de índole personal y no de delincuencia organizada.

 

“En materia de homicidio es difícil saber qué pasa por la mente del criminal y hasta dónde es capaz de hacer para ocultar su crimen. Estos hechos se han estado ligando a venganzas personales, por cuestiones pasionales, entre la misma familia o de índole patrimonial”, dijo.

 

Domingos complicados

 

La estadística refleja una tendencia a la baja, pero para el fiscal, el que los ciudadanos tomen en cuenta los factores de riesgo para prevenir no sólo homicidios sino todo tipo de delitos resulta fundamental para mantener una percepción de seguridad.

 

Según las cifras, son los domingos, seguidos de los lunes de este 2014 en los que se han cometido más homicidios en la ciudad. Lo expuesto por el fiscal es que en muchos de esos las personas que cometen los delitos han ingerido alcohol y esto deriva en riñas u otros actos violentos.