A través de reuniones “informales” con funcionarios de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) y de la Secretaría de Salud, y con el apoyo de familias con pacientes que sufren de epilepsias refractarias, empresas estadounidenses empujan la aprobación de la importación legal del cannabidiol, sustancia derivada de la mariguana, en un negocio que podría tener un valor de mil 700 millones de dólares anuales.

 

HempMeds es una empresa con base en Estados Unidos dedicada a la producción y distribución de productos farmacéuticos y de belleza elaborados a partir del aceite de cannabidiol. A través de su página de internet está proveyendo asesoría legal para las personas que busquen importarla a México; además, asegura que la Cofepris “pronto” aprobará el uso de productos elaborados a partir de esta sustancia.

 

De hecho, HempMeds asesoró a la familia de la niña Alina Maldonado y a las de otros menores que están buscando la autorización de Cofepris; también está apoyando a la iniciativa “Por Grace, por Todos” (de la familia Elizalde) en su campaña para promover la regulación de la mariguana de uso medicinal.

 

Actualmente, para obtener el permiso de Cofepris se necesita que un médico prescriba el tratamiento con cannabidiol.

 

La empresa, señaló en entrevista su CEO, Stuart Titus, está buscando instalarse en el país y en los próximos 18 meses tiene proyectado abrir sus oficinas en Monterrey, Nuevo León, y cuatro centros de distribución de sus productos, uno de los cuales se encontraría en la Ciudad de México.

 

“Estamos muy emocionados de la oportunidad potencial en México. Ya estamos operando en Brasil a través de prescripciones médicas de nuestros productos. Pensamos que el gobierno mexicano nos puede permitir hacer algo similar en el país y dar una categoría especial para nuestros productos porque no son psicoactivos”, dijo en el marco del foro “Cannabis, usos medicinales e industriales en México” organizado por la iniciativa “Por Grace, por todos”.

 

“Estamos tratando a cuatro niños cuyas familias tienen permitido importar nuestros productos para la epilepsia. Queremos pensar que el gobierno está dando más información sobre el producto. Si permitieran que este producto llegara sin, necesariamente, una prescripción médica, habría una gran oportunidad de negocios aquí en México. Con la prescripción, es un proceso más lento, pero queremos abrir centros de distribución”.

 

El cannabidiol es una de las más de 400 sustancias que se encuentran presentes en las diferentes variedades de mariguana o cannabis. Estudios científicos de Estados Unidos y Europa le atribuyen propiedades terapéuticas para tratar enfermedades crónico degenerativas (como el síndrome de Lennox-Gastaut, que a Graciela Elizalde le llegó a ocasionar 400 convulsiones diarias).

 

Aunque ambas sustancias provienen de la mariguana, a diferencia del THC, el cannabidiol no tiene efectos psicotrópicos. Esto quiere decir que las personas que lo consumen no experimentan los cambios de humor ni las alteraciones en el sistema nervioso que usualmente están relacionadas con la hierba.

 

De acuerdo con Stuart Titus, la empresa abriría su mercado en México con la introducción del producto Real Scientific Hemp Oil (Auténtico aceite de cáñamo, en una traducción aproximada) en forma de aceite y pasta para su administración a pacientes menores de edad y adultos con epilepsias refractarias y otros padecimientos crónico degenerativos, como enfermedad de Parkinson o algunos tipos de dolor crónico (la migraña, por ejemplo).

 

Actualmente, HempMeds importa a Estados Unidos mariguana proveniente de Europa para extraer de ella el aceite de cannabidiol que utiliza para sus medicamentos; el objetivo a largo plazo -si es que se regulariza o legaliza- es cultivar la planta en México para abatir los costos de producción.

 

Por su parte, Dion Markgraaff, director de Desarrollo de Negocios de General Hemp (empresa estadounidense dedicada a la investigación e innovación en la industria del cáñamo) estimó que México tiene un mercado potencial cuyo valor podría rebasar los mil 700 millones de dólares al año en la venta de productos farmacéuticos y suplementos alimenticios elaborados a partir de la cannabis. Ello derivado del uso que puede tener para, por ejemplo, los pacientes con diabetes.

 

“En México hay un gran problema de personas con obesidad y diabetes y la cannabis puede ser de mucha ayuda: como suplemento alimenticio, el cáñamo (la parte fibrosa de la planta) te puede ayudar a mantenerte en tu peso e incluso a adelgazar, y como medicamento el CBD (cannabidiol) te ayuda a mejorar la producción de insulina”.

 

Destacado

 

Avances. Hasta el momento, la Cofepris sólo ha informado de la expedición de dos permisos para importar medicamentos con cannabidiol: a Raúl Elizalde -padre de la niña regiomontana Graciela Elizalde, de ocho años de edad, que padece el síndrome de Lennox-Gastaut- y a Abelardo Maldonado -padre de la veracruzana Alina Maldonado, de 11 años, quien a causa de una lesión cerebral sufre convulsiones hasta 25 veces al día-.

 

Cannabidiol reduce las convulsiones

 

El uso de medicamentos elaborados a base de Cannabidiol (CBD), aceite extraído de la mariguana, ha reducido entre 40 y 100%  los episodios convulsivos diarios en niños mexicanos de 2 a 12 años que han sido sometidos a ese tratamiento.

 

Hasta el momento, según la experiencia internacional dada a conocer en el Congreso Mundial de Epilepsia (que se llevó a cabo en Turquía en noviembre pasado), los efectos secundarios han sido menores: fatiga, sueño y diarrea en menos de 21% de los casos.

 

De acuerdo con el neurólogo Saúl Garza, quien desde 2015 ha administrado cinco miligramos por kilo al día en seis pacientes (cinco menores de edad y un adulto) con enfermedades relacionadas con la Epilepsia Refractaria -como el Síndrome de Lennox-Gastaut-, todos sus pacientes han mejorado y se está reduciendo el tratamiento con fármacos tradicionales y sus consecuentes efectos secundarios.

 

El problema es que las familias han tenido que ingresar el tratamiento al país, incluso sin la autorización de la Secretaría de Salud, pues el proceso legal es muy lento.

 

“Los chicos que son tratados con Epidiolex (nombre comercial para CBD) y una sustancia tradicional, tienen una mejoría mayor. Después de que se hizo público el caso de Grace, han llegado muchas familias a pedir mi ayuda. A ellos no les importa que esté prohibido, hacen hasta lo imposible para conseguir cualquier tratamiento para sus hijos”, señaló el médico en su ponencia en el foro “Cannabis, usos medicinales e industriales en México”.

 

“Lo que está sucediendo es que los pacientes lo están consiguiendo y las familias están tratando a sus hijos. Eso es lo que debemos evitar porque están corriendo riesgos, están teniendo contacto con gente sin escrúpulos”.

 

El caso más conocido es el de la niña Grace Elizalde, originaria de Monterrey, Nuevo León, quien tras la administración en dosis mínimas del medicamento Charlotte’s Web (el cual su familia importa de Reino Unido a EU y después a México) ha pasado los últimos tres días sin presentar una sola crisis, después de tener hasta 400 episodios convulsivos al día.