Locatarios de la delegación Tláhuac revelaron que eran víctimas de extorsión por parte de gente vinculada a Felipe de Jesús Pérez Luna, El Ojos, líder de una organización delictiva que vendía droga en el oriente de la capital y muerto en un operativo de la Secretaría de Marina.

 

Jorge, empresario y residente de la colonia San Francisco Tlaltenco, afirmó que a partir de 2012, cuando Pérez Luna estableció la operación de la banda en la zona, sujetos se presentaron en sus establecimientos para ofrecerle protección a cambio de una suma monetaria.

 

En una entrevista con 24 HORAS, el hombre, cuya identidad real se omite por protección a la víctima, detalló que dichos individuos también le propusieron un negocio para vender drogas en sus establecimientos.

 

En noviembre de aquel año, estos sujetos, se presentaron en uno de mis negocios, pidiendo hablar con el dueño, porque necesitaban hablar con él ´de negocios’ (venta de droga)”, apuntó.

 

Precisó que le ofrecieron protección para sus establecimientos, pero no le mencionaron de qué lo protegerían. Asimismo, le informaron queEl Patrón le ofrecía una buena oferta para vender drogas en sus bares.

 

Me dijeron que venían de parte del patrón, quien ahora controlaba todo Tláhuac, quien quería hacer negocios conmigo, porque él a eso venía, a hacer negocios”, puntualizó.

 

El empresario reveló que no aceptó el trato propuesto por los dos varones, quienes, detalló, regresaron en reiteradas ocasiones para ofrecerle  el mismo trato, hasta que un día se molestaron por el constante rechazo y lo amenazaron.

 

A principios de 2014, los dos sujetos llegaron a mi establecimiento a amenazarme: me dijeron que la paga de la  protección ya era obligatoria, así que mínimo les tenía que dar para el refresco”, recalcó.

 

Mencionó que desde entonces daba una cuota semanal, práctica que cesó después del 20 de julio pasado, cuando El Ojos y sus sicarios murieron en un enfrentamiento con fuerzas federales.

 

El procurador capitalino, Edmundo Garrido, afirmó recientemente que no existen denuncias por extorsión a establecimientos mercantiles en Tláhuac. Quizá otros hombres de negocios optaron por no denunciar por temor a represalias contra la familia, como ocurrió con Jorge.

 

caem