Las trabajadoras de una empresa en la ciudad de Pekín, China, deben colocarse en fila cada mañana para saludar con un beso en la boca al jefe, según reveló el diario local Sohu.

 

Al parecer algunas empleadas difundieron la grabación en redes sociales para denunciar esta práctica abusiva.

 

Aunque las mujeres han tolerado esta imposición para no perder el empleo, según el medio chino, dos de ellas se negaron y optaron por renunciar.

 

El presunto jefe puso como excusa que esta rutina contribuye a crear un vínculo más estrecho entre empleados y sus superiores, y fue más allá al asegurar que algunas de sus trabajadoras le echan de menos después de la jornada laboral, ya que le envían mensajes por teléfono móvil.

 

Usuarios de redes sociales en China descalificaron esta dinámica y acusaron que se trata de un abuso por parte del superior.