De pequeño apodado “Ñoño” por su complexión robusta, Luis Alberto González Nieto, alias “El Tatos“, fue abandonado por su madre cuando era niño. Comenzó a delinquir muy joven, pese a que su abuela, a cargo de la educación, no lo formó para eso.

 

A sus 31 años, también sin la figura de su padre que lo dejó cuando tuvo otra pareja, “El Tatos” ha pasado 10 de ellos recluido en la cárcel, acusado de distintos delitos. El más reciente, el señalamiento público de extorsión y tortura, sin embargo no tiene sentencia.

 

Estos detalles de la vida de Luis González, fueron revelados por Mariana González -su hermana- y su abuela Juana Flores; difundidos por Radio Fórmula.

 

Mariana González explicó que su hermano no ha recibido sentencia en una década que lleva preso. La hermana de “El Tatos” reclamó que se afirme que su familia ha sido beneficiada por la extorsión.

 

Aseguró que no tienen casa ni terreno e incluso no tiene abogado, pues se apoyan en un defensor de oficio.

 

“Se están diciendo muchas cosas, nadie ha atendido el caso y ahora sí, ¿es cuando les conviene o cómo?.. Si tuviéramos otro abogado, ya lo hubiéramos sacado”; apuntó.

 

A decir de su abuela, Luis Alberto ha recibido un balazo en su trayectoria delictiva, que le dejó secuelas por lo que tuvo que ser sometido a una traquetomía y usar un aparato para poder hablar.

 

Aquel “niño gordito” apodado Ñoño, contó su abuela, estudió sólo la primaria y se dedicó un tiempo al comercio ambulante de ropa.

 

MANUTENCIÓN

 

De acuerdo al estudio “La transformación del Sistema Penitenciario Federal”, la manutención diaria de un preso en México cuesta alrededor de 140 pesos.

 

La cifra fue considerada en la investigación, en relación al gasto de alimentación, medicinas, mantenimiento a infraestructura, pago de custodios y otros conceptos.

 

En ese estimado, el gasto de 10 años de reclusión (como los que lleva “El Tatos”) se calcula en al menos 511 mil pesos.

 

Con información de Radio Fórmula

dca