En mayo, el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) realizará su V Congreso Nacional, del que saldrá la plataforma educativa que presentará a quien gane las elecciones “más allá de siglas partidistas”, dice la presidenta de la organización, Elba Esther Gordillo.

 

Luego de varios meses sin apariciones públicos, la dirigente sindical da entrada a la prensa al XXXIV Consejo Nacional extraordinario del SNTE. En entrevista con 24 HORAS evita hablar de política, pero aprovecha para reiterar su animadversión a la candidata panista, Josefina Vázquez Mota.

 

Pero si hace patentes sus diferencias de candidata del PAN con el presidente Felipe Calderón, asegura, “no hay divorcio, no hay separación, no hay distancia con él”.

 

Sin embargo, en la reunión con los maestros se vistió de guerra y aseguró que el Acuerdo para la evaluación universal no saldrá el próximo año escolar y por lo tanto en el sexenio, para lo cual pidió una entrevista con el secretario de Educación, José Ángel Córdova.

 

Al inicio de la entrevista Elba Esther habla de un problema de salud que tiene en el pie, comenta que requiere de una operación que sólo se hace en Nueva York, pero dice que a pesar de los fuertes dolores tiene que esperar para hacérsela por cómo están las cosas.

 

Este mes es el de la negociación contractual, pero también el del V Congreso Nacional del que saldrá la propuesta del SNTE que entregarán a los presidenciables.

 

Con 23 años al frente del SNTE, la mentora chiapaneca es una excelente alquimista y hace de la realidad un juego de espejos.

 

Mientras en la sesión del SNTE pide que transcriban en el documento que “no podemos cumplir que se aplique este año escolar” la Evaluación universal, en la entrevista deja la pelota en las manos de las autoridades:

 

“Lo que tendríamos que hacer es ver que capacidad tiene la SEP y ver la institución que va evaluar y cómo se va a evaluar, de lo contrario es una gran demagogia. Basta, hay que tener seriedad y no jugar ese juego perverso de que los responsable son los del SNTE y nadie voltea a ver cuántos secretarios han cambiado, quieren hacer del tema educativo una bandera y al final es una obligación del Estado la educación pública, laica y gratuita”.

 

Tensa, más pendiente de quién salía del salón que de la entrevista, Elba Esther Gordillo explica por largos minutos su molestia con la Evaluación universal y los cambios constantes de secretarios de Educación, para al final dar algunas respuestas a las preguntas políticas.

 

Cuando se le pregunta si está a favor de alguno de los candidatos, responde:

 

El voto es secreto y hay que ser respetuosos, usted comprenderá que si en este momento digo a qué candidato le tengo simpatía o preferencia, van a decir que estoy tirando línea, tengo que ser sensata y es muy obvio que dentro de los que están, la definición de quién llegue a la presidencia no está en mis manos, ni en las del magisterio”.

 

—¿Hay pluralidad en el magisterio?

 

—Muchos maestros están en la izquierda, otros están en el PRI, otros muy emocionados o muy metidones en Nueva Alianza, otros en Convergencia, en el PT.

 

Poco tiempo después llegaron al Hotel en Playa Rosaritos en donde se llevaba a cabo el Consejo magisterial, dos candidatos de Nueva Alianza, Mónica Arriola, aspirante al senado e hija de la maestra, y su nieto René Fujiwara, candidato a diputado.

 

Tajante, Elba Esther es quien decide llevar el tema hacia la candidata panista Josefina Vázquez Mota, ya que al cuestionarle si había pocos maestros en el PAN, ella responde “hay algunos, los menos pero existen, son razones ideológicas históricas, lo importante para nosotros no es su posición ideológica, sino su compromiso con la gran causa educativa y allí, tenemos alguna reserva.

 

—¿Josefina?

 

—Es muy fácil plantear que yo pude con ese sindicato, cuando la verdad es que la organización nunca se resistió  a nada, ni su presidenta. Siempre tuvimos buena voluntad, más al inicio con el presidente, ojalá y el próximo presidente piense que quien vaya a la SEP no vaya pensando en ser presidente y anteponiendo sus intereses políticos al interés medular de la educación.

 

—¿Está en peligro la educación con Josefina?

 

—No está en peligro porque el sindicato está fuerte, firme, y no tenemos rubor a decirlo, que tope en lo que tope vamos a defender a la educación pública, popular, laica nacional y gratuita y vamos a exigir que los recursos que se aplican en educación pública, tanto en el marco del federalismo, como en los estados, se transparenten.

 

No dice quién es su gallo, no permite muchas preguntas pero en esta coyuntura tirante con el gobierno federal deja muy claro que los maestros harán su V Congreso Nacional en mayo, donde surgirá la  “propuesta educativa del SNTE, que se entregará a quien gane las elecciones, más allá de siglas partidistas”.

 

Recuerda que antes que los empresarios, la Iglesia o cualquier organización social, el SNTE fue el primero que invitó a todos los candidatos a la presidencia a debatir y que en unos días volverán a hacerlo con los cuatro aspirantes “para ver su compromiso con el sistema educativo nacional”.

 

A diferencia de otras ocasiones en que se ha podido ver a la líder sindical juguetona con sus maestros, en esta ocasión llegó dura, rígida, después de día y medio de retraso, no se tarda en los saludos, va directa a escuchar los documentos con los que el SNTE se enfrentará al presidente Felipe Calderón y a cada comisión encargada de la redacción, le rehace el trabajo.

 

La entrevista es otro espacio para fijar su posición, pero con menor rudeza

 

A la pregunta de si al final del gobierno hay mala relación entre el gobierno y sindicato la presidenta del SNTE hace una historia desde que empezó a buscarse la mejora de la calidad educativa en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari.

 

Después califica de lamentable que en los últimos tres o 4 sexenios, a excepción del de Vicente Fox, el cambio de secretarios de Educación ha sido una constante y eso ha significado una gran dificultad para la SEP.

 

“En el gobierno de Felipe Calderón habíamos tenido tres secretarios, dos presidenciables, una que desde que llegó quiso ser presidenta de la República, el secretario Lujambio con quien logramos verdaderos avances, que también fue presidenciable y que por razones de salud se tuvo que ausentar y al ausentarse el que queda de responsable del despacho no tiene ni siquiera la cortesía de comunicar al comité nacional como institucionalmente se debe hacer y viene un abandono a los compromisos adquiridos con la calidad de la educación.

 

“El secretario actual se encuentra con un dilema que compartimos, ellos ya quieren subir para aplicar al inicio del año escolar la evaluación universal, pero no se han cumplido los requisitos previos. No estamos dispuestos a perder la posibilidad de una evaluación universal que nos permita ver dónde están las debilidades y fortalezas en el desempeño docente”.

 

Inmediatamente después señala, tajante, que la SEP no ha presentado el método de evaluación y que “ningún maestro será cesado, ni corrido”.

 

La tensión en la cara y los actos de la maestra se mantiene, pero retoma su mejor sonrisa para fotografiarse con los maestros que hacen fila, para tener un recuerdo que muestra lo cerca que están del poder.