Varias preguntas se imponen sobre el tema:

 

¿Por qué echaron a andar ahora la cargada contra Javier Duarte de Ochoa?

 

¿Por qué en estos momentos, cuando faltan escasos dos meses para el cambio de poderes en Veracruz?

 

¿Qué fue lo que determinó que Los Pinos dieran finalmente luz verde al proceso en contra del gobernador veracruzano?

 

Van algunas respuestas que recogimos:

 

-El aval –negado en su momento a Manlio Fabio Beltrones, cuando se convirtió en presidente del PRI– se dio para tratar de posicionar a Enrique Ochoa Reza como líder del partido.

 

Sirve, además, para llevar al imaginario colectivo que el gobierno de Enrique Peña Nieto está dispuesto a luchar contra la corrupción, comenzando por su propio partido.

 

Respecto al momento elegido para mostrarle la guillotina a Duarte, recogimos distintas versiones y posiciones:

 

-Unos apuntaron que se pasó el momento propicio, pues ya se habían perdido las elecciones y que quitar al gobernador a estas alturas, a dos meses de entregar el poder, podría resultar caótico –si no es que hasta peligroso– para el estado.

 

-Otros señalaron que se trata más bien de poner la espada de Damocles sobre la cabeza del gobernador, para evitar que se fugue (y no precisamente al Woodlands Country Club, en Houston, Texas).

 

De ahí, sobre todo, la importancia de que la Procuraduría General de la República (PGR) atrajera el caso, bajo el supuesto de tratarse de un tema de enriquecimiento ilícito.

 

¿Eso significa entonces que no caerá Duarte durante su mandato?

 

Eso es lo que creen algunos de los priistas con los que platicamos sobre el caso: que se sostendrá hasta el 1 de diciembre, fecha en que el panista Miguel Ángel Yunes Linares tome posesión como gobernador de Veracruz.

 

Entre tanto, “habrá espectáculo para el respetable…”.

 

Éste, apuntan, tendrá dos vías: comienza en el propio PRI, con el retiro a Duarte de sus derechos como militante (y su eventual expulsión más adelante); y sigue en la Cámara de Diputados, con la posibilidad de establecerle un juicio político.

 

De hecho, la diputada tamaulipeca Mercedes del Carmen Guillén Vicente (PRI),  copresidenta de la Comisión de Examen Previo, encargada de revisar la procedencia de las peticiones de juicio político, comentó que el próximo jueves se pondrían sobre la mesa las siete solicitudes de juicio político que hay contra Duarte.

 

Pero antes habrán de desahogarse muchas otras solicitudes de juicio político. Deben revisarse por orden cronológico ¡y hay 300 esperando en los cajones!

 

O sea, tendremos un gran banquete si los diputados se animan a sacar los expedientes en espera. Por lo pronto, el show en torno a Javier Duarte ha comenzado.

 

 

LA VOLATILIDAD DEL PESO CONTINUARÁ.- Eso es lo que advirtió ayer el secretario de Hacienda, José Antonio Meade: la volatilidad del peso frente al dólar continuará en los próximos días.

 

Tan sólo ayer, previo al debate que por la noche tendría lugar en Estados Unidos entre la candidata demócrata Hillary Clinton y el republicano Donald Trump, el dólar en ventanilla cerró en 20 pesos con 21 centavos.

 

GEMAS: cartel mostrado durante la marcha por los normalistas de Ayotzinapa, al cumplirse dos años de su desaparición: “43 cuentan, y cuentan mucho”.