La misoginia no ha muerto, tampoco el sexismo. En pleno siglo XXI nos damos cuenta que el debate en torno a la diferencia de edad entre el nuevo Presidente francés, Emmanuel Macron, y su esposa, Brigitte, desata burlas virulentas, sarcasmos y hasta rumores sobre la homosexualidad del recién investido mandatario.

 

El tema acaparó más espacios mediáticos que el programa del Jefe de Estado, las implicaciones políticas de su triunfo electoral o las reacciones internacionales a su ascenso al poder. ¿Por qué tanto revuelo? ¿Cómo explicar esta mezcla de desconcierto y fascinación que provoca la edad de la primera dama?

 

Brigitte Macron es 24 años mayor que el Presidente, que tiene ahora la misma edad que tenía su actual mujer cuando se conocieron y cayeron en las garras del amor. La nueva primera dama de Francia llevaba entonces una vida tranquila, con su marido y sus tres hijos. Daba clases de francés y de teatro en el liceo jesuita La Providence de Amiens, en el norte del país. Entre sus estudiantes más brillantes figuraba un tal Emmanuel Macron. Muy pronto la maestra quedó subyugada por la inteligencia y las habilidades para escribir del joven prodigio de sólo 15 años. “Hagas lo que hagas, me casaré contigo”- le dijo a Brigitte el actual mandatario con una determinación insólita para un adolescente de 17 primaveras; pasó en 1995. Los padres del joven trataron de apagar a toda costa el incipiente romance, decidieron enviar a Emmanuel a un prestigioso instituto de París para alejarlo de la mujer “alborotadora” que ya tenía hecha su vida. De nada sirvió. Atrás quedaron los prejuicios sociales, el amor triunfó y en 2007 lograron casarse con la bendición de los hijos de la ahora Madame Macron.

 

Brigitte Macron tiene siete nietos, su marido los quiere como si fueran suyos. Él habla de los tres hijos de ella -el mayor, Sébastien Auzière, es tres años mayor que el nuevo Presidente- como “su pedestal, su roca”.

 

Durante la ardua batalla electoral, Brigitte se veía particularmente activa, asistía a los mítines, aparecía como la más fiel aliada y consejera del hombre que se convertiría en el líder más joven de Europa y del grupo G-20.

 

Si se llevaran la misma edad, pero al revés, probablemente nadie se apasionaría por el asunto. La pareja atípica se enfrenta a críticas y a veces a calificativos discriminatorios. “Es muy revelador de la misoginia persistente”- dijo Emmanuel Macron a la periodista Anne Fulda, al referirse a la polémica en torno a la brecha generacional en los sentimientos.

 

El 10 de mayo pasado, tres días de la victoria electoral de Macron, el semanario satírico Charlie Hebdo desplegó en su portada una caricatura más que cáustica. En ella, la primera dama aparece al lado de su marido, embarazada y acompañada de la frase “¡Él hará milagros!”. Sin comentarios.
¿QUÉ PAPEL PARA LA PRIMERA DAMA?

 

“La persona con la que usted comparte su vida debe poder tener un papel importante”- declaró hace unos días en una entrevista televisada Emmanuel Macron, refiriéndose con claridad a la necesidad de regular el papel de la primera dama en Francia.

 

La Constitución gala no concede ningún estatuto al cónyuge del Jefe de Estado. El protocolo no prevé nada, sólo hace referencia a la pensión que reciben las esposas cuando quedan viudas.

 

Esta situación cambiará radicalmente. Brigitte Macron, fuertemente inspirada por “el estilo Obama”, contará con un despacho situado en la planta baja del Palacio del Elíseo, en el llamado Salón Azul, con vistas a los suntuosos jardines palaciegos.

 

Desempeñará un papel mayor. Pondrá fin a la discreción que han mostrado todas las cónyuges de los Presidentes de la V República francesa.

 

Ya conocemos el nombre del jefe de su gabinete. Se trata de Pierre-Olivier Costa, ex alto funcionario del Centro Pompidou y del Ayuntamiento de París.

 

Brigitte Macron no oculta sus ambiciones. Podría destacar como una excelente asesora en temas que conoce muy bien, como educación, cultura o derechos de las mujeres.

 

En cuanto a su remuneración, no está previsto para ella ningún salario. Habrá una transparencia absoluta en lo que se refiere al presupuesto acordado a su oficina y a su equipo.

 

aarl