Un enigma corroe a las autoridades fiscales:
-¿De qué vive Andrés Manuel López Obrador?
No declara ingresos fiscales, tiene propiedades inmobiliarias y vehículos, sus hijos estudian en escuelas privadas y visten de lujo, todas las semanas viaja a algún lugar de México o del extranjero…
Lo de su descendencia es sobresaliente, pues el mayor, Andrés Manuel López Beltrán chocó en 2001 a bordo de una camioneta Gran Cherokee y en mayo de 2013 fue retratado en un mitin de su padre con tenis Louis Vuitton de 11 mil pesos.
Todo eso cuesta y mucho.
No ha fallado siquiera en el pago de luz de su residencia en el fraccionamiento Tabasco 2000 de Villahermosa, pese a haber embaucado a sus seguidores en el no pago desde hace más de dos décadas, con pérdidas para la CFE superiores a los seis mil millones de pesos.
Una vida de jeque imposible para un contribuyente de ingresos muy superiores a los seis mil pesos recomendados por Ernesto Cordero para tener casa, comida, sustento, coche, colegios y todavía ahorrar para un retiro feliz.
SOSPECHAS SOBRE MONREAL Y POLENVSKY
La investigación es vieja, desde los tiempos del panismo gobernante, y no exclusiva de las autoridades hacendarias.
También la tienen las autoridades electorales pero en el pasado el IFE, y su sucedáneo INE, no pueden entrar a las finanzas personales.
No les da siquiera para aclarar los orígenes y los millonarios movimientos financieros de Morena.
El seguimiento más profundo se hizo en el sexenio pasado, cuando desde el SAT se revisaron las cuentas de López Obrador y de varios de sus colaboradores cercanos.
Algunos:
Su esposa Beatriz Gutiérrez Müller, su chofer Nicolás Mollinedo Gaspar, su vocero César Yáñez, el zacatecano Ricardo Monreal…
Ah, Ricardo Monreal: en 2012 le congelaron dos meses sus cuentas por considerarlo operador financiero de López Obrador.
Peor suerte corrió la responsable de los recursos de campaña de 2013 del Peje, Yeidckol Polevnsky, a quien le hicieron cuentas millonarias las cuales todavía salda.
Mucho indagar y poco aclarar sobre alguien sin tarjetas de crédito, sin usar efectivo, con amplia servidumbre y en campaña permanente.
Por eso el enigma: ¿cómo se financia López Obrador?
LA GRATA DESAPARICIÓN DE SOMBRERAZOS
1.- Los gritos persisten, pero han desaparecido los sombrerazos y eso debe valorarse.
Sobre todo las actitudes violentas de la izquierda, cuya convocatoria fue incapaz de impedir la reforma energética constitucional y, ante aquel fracaso del hospitalizado Andrés Manuel López Obrador, cambió de táctica para las leyes reglamentarias.
Un logro, sin duda, del gobierno y de sus dos operadores en el Congreso, Emilio Gamboa y Manlio Fabio Beltrones.
De momento el primero, pues el Senado fue escogido como cámara de origen y ayer había logrado sacar los tres primeros paquetes.
Con los accesos y la tribuna libres, Gamboa mandó a dos senadores, Claudia Pavlovich y Ernesto Gándara, a defender los proyectos y a garantizar la promesa de Enrique Peña: bajarán las tarifas de luz y gas en el país.
Sonorenses ambos, también refirieron el amparo legal para los pequeños mineros a fin de no ser desplazados por las industrias eléctrica y petrolera.
“Quien tiene un derecho superficial no puede ser desplazado de su propiedad o de su actividad económica”, asentaron.
Y 2.- como se adelantó aquí el viernes, en la Cámara de Diputados avanza la negociación para dar agilidad a la discusión y aprobación de las minutas.
La propuesta partió del priista Manlio Fabio Beltrones y la han asumido el panista Luis Alberto Villarreal y el perredista Silvano Aureoles.
-No soy partidario de la toma de tribunas -declaró ayer Aureoles en un esfuerzo para tranquilizar a dos bandos, los radicales de la izquierda y quienes temen resurgimiento de viejas prácticas de la oposición.