Después de décadas regresó un clásico al cine junto con un auto que se hizo tradicional no por bonito ni por lujoso, sino por ser el encargado de transportar a los Cazafantasmas. El ECTO-1 original es  un ejemplar un tanto extraño del Cadillac Miller-Meteor de 1959, y antes de estar al servicio de los Cazafantasmas era una ambulancia.

 

El nuevo ECTO-1 no es un Meteor-Miller, pero sigue siendo Cadillac. No es una ambulancia, ahora es una carroza fúnebre.

 

Paul Feig, productor de este remake, optó porque fuera una Hearse Wagon 1980 de Cadillac que deja las curvas del original en el pasado, pero aun así no pierde el encanto.

 

Cazafantasmas logró dejar huella en toda una generación, es un clásico, su banda sonora es mundialmente conocida y aún por ahí va gente usando playeras de ese filme sin importar la edad. Para mí el Cadillac Miller-Meteor forma parte de todo eso y cambiarlo ha sido como si nos dieran una nueva versión del DeLorean.

 

Seguramente todos aquellos que vean esta película por primera vez pensarán que el Hearse Wagon es el mejor ECTO-1, y sin afán de contradecirlos no puedo evitar comentar, antes de terminar, que el auténtico ECTO-1 es y será siempre, el Cadillac Miller-Meteor 1959.

 

Aunque esta nueva versión se ha convertido en una de mis películas favoritas, hay recuerdos que son intocables y yo, dentro de esos recuerdos, tengo al ECTO-1 tal y como fue desde un principio. Juzguen ustedes mismos. ¿Cuál les gusta más?