Paradojas o no, el Partido Popular (PP) no puede presumir que fue el partido que obtuvo el mayor número de votos ayer porque hoy o durante la semana correría el riesgo de haber presumido derrotas.

 

Si de un sistema político emerge un gobernante a través de la suma algebraica de votos de partidos aliados entonces no siempre el más votado es quien gobierna. Por ejemplo, el hoy presidente autonómico de Cataluña, Artur Mas, ganó dos elecciones en las que terminó por gobernar una coalición de partidos de izquierda. Es decir, perdió ganando.

 

Los números que salieron de las urnas de las elecciones autonómicas y municipales se leen de la siguiente forma:

 

 

  • La demografía juvenil española no se siente cómoda con el PP y el Partido Socialista Obrero Español (PSOE).

 

  • El bipartidismo histórico conformado por el PP y el PSOE se encuentra en punto de inflexión por el surgimiento de nuevas fuerzas políticas. Antes, el 100% de los votos se los repartían entre ellos en un 80-85% de los casos. Ahora, el bipartidismo de antaño se reparte, en promedio, el 50% de los votos.

 

  • En la comunidad valenciana, cuna de la corrupción contemporánea del PP (caso Gürtel), el partido del presidente Rajoy se desplomó. Obtuvo solo 31 escaños de los 50 que necesitaba para obtener la mayoría.

 

  • En las municipales de Madrid el PP será representado por 21 concejales pero “Ahora Madrid” plataforma en la que se encuentra Podemos, obtuvo 20. Si se alían con el PSOE destronarían al partido de Rajoy en la capital.

 

  • En Cataluña se confirman dos aspectos. El primero de ellos es que el PP es una fuerza minoritaria; ayer, en Barcelona obtuvo el sexto puesto, con menos de 200 mil votos. La peor cifra en toda su historia. La segunda lectura es que las fuerzas soberanistas, que con tanto ahínco empujaron la consulta independentista del año pasado y que presionaron para que Artur Mas tomara la decisión de adelantar las elecciones autonómicas para el próximo mes de septiembre, se desinflan en Barcelona. La plataforma BCN Comú, en la que se encuentra una filiación de Podemos destronó a Convergència i Unió, la formación de Artur Mas.

 

Los números de ayer demuestran que con el surgimiento de dos fuerzas importantes como Podemos y Ciudadanos a las elecciones se les agrega una especie de segunda vuelta que consiste en pactar para gobernar. Pensemos en lo sucedido en Andalucía el mes pasado. El PSOE obtuvo la mayoría relativa pero al día de hoy no ha conformado gobierno. Las llaves las tienen Podemos y Ciudadanos. Su durante la próxima semana Andalucía continúa en la incertidumbre, habrá una nueva convocatoria de elecciones autonómicas.

 

El bipartidismo se agota en España porque la demografía cambia. Los partidos no.