Para el grueso de la población, la palabra político es sinónimo de corrupción, prepotencia, dispendio, arrogancia e impunidad, por decir lo menos. Atrás quedó ese concepto de respeto, admiración y habilidad para dirigirse hacia la gente y conducir los destinos de una población.

 

De acuerdo a la Encuesta Nacional de Calidad e impacto gubernamental del INEGI, ocho de cada 10 adultos percibe a los partidos políticos como el segundo sector más corrupto en México, apenas por detrás de los cuerpos policiacos; esta percepción es la que provoca que día con día, los ciudadanos retiren su confianza a estas instituciones y se interesen menos por participar en los procesos electorales.

 

Y no es para menos, pues hace más de una década nos dijeron que con las nuevas generaciones de políticos llegarían ideas frescas y formas novedosas de conducirse y acercarse a la ciudadanía; pero ¿qué ocurrió? Que esa nueva camada de jóvenes que llegaron al poder, resultaron más voraces y sin recato alguno; se apoderaron de los recursos públicos y dejaron a sus gobernados en la indefensión.

 

Ejemplos sobran: Rodrigo Medina, de Nuevo León; Guillermo Padrés, de Sonora; Roberto Borge, de Quintana Roo y Javier Duarte, de Veracruz, tienen el mismo común denominador: aprovecharon su estancia en el poder para hacerse multimillonarios, sin importarles el futuro de sus gobernados. Salvo el panista Padrés, todos los demás gozan de ese halo protector que da la impunidad.

 

Sería injusto medir a todos los políticos con el mismo rasero, pues hay sus honrosas excepciones, desde aquéllos que han planteado propuestas para terminar con los excesos y dispendios, hasta quienes deciden organizar a la sociedad civil para hacerla más participativa.

 

La lucha de los grupos sociales ha rendido buenos frutos, pues hace apenas dos años se logró lo que para muchos era una quimera: la participación de candidatos independientes en los procesos para elegir gobernadores y legisladores tanto locales como federales; y para 2018, por primera vez en la historia de este país, lo podrán hacer para la Presidencia de la República.

 

En ese marco es que surge una nueva expresión denominada Ahora o Nunca, que lo mismo aglutina a intelectuales, periodistas, escritores, personas de la academia y, sobre todo, de la sociedad civil, que quieren tener una participación más activa y tomar parte en las decisiones para mover a este país.

 

Emilio Álvarez Icaza, ex titular de la CIDH y quien fuera ombudsman capitalino, encabeza esta propuesta que tiene como objetivo primordial terminar con el monopolio de la partidocracia y llevar a cargos públicos a ciudadanos que no tienen compromiso alguno con colores o ideologías.

 

El primer paso está dado.

 

 

EL IMSS AVANZA

 

A 10 meses de haber arrancado el programa de consultas los fines de semana, el IMSS, que dirige Mikel Arriola, ha realizado más de seis mil 300 cirugías, además de que ha reducido el tiempo de espera para recibir atención, al pasar a una semana, en promedio, cuando antes era de 90 ó 120 días. El tiempo para ser operado es menor a 20 días y en sólo 30 minutos se atiende en los consultorios.

 
 
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@JuanMDeAnda