La relación con los sindicatos –ya se vio en la aprobación de la amputada Reforma Laboral– será uno de los temas que más se le compliquen a Enrique Peña Nieto en su sexenio. Las redes de compromisos con los poderosos y millonarios lideres sindicales priistas, que si bien ya no tienen la misma fuerza que antes en cuanto a votos, sí mantienen un poderío económico y político que les da aún esa influencia en el viejo partido.

 

Si los cetemistas y demás fauna sindical fueron capaces de imponer en el PRI su rechazo a la transparencia y democracia sindicales, aún contra el discurso renovador y a favor de la transparencia del presidente electo, es prueba de que aún no han fenecido políticamente expresiones del viejo y más rancio priismo con las que Peña tendrá que lidiar y confrontar sus propuestas reformistas, tanto para el país como para el mismo partido al que estaría interesado en reformar.

 

Nombres como el de Carlos Romero Deschamps, Joaquín Gamboa Pascoe, Joel Ayala, Caros Aceves del Olmo, entre otros, representan un lastre social y político para un partido y un presidente que, al menos en el discurso, afirma que cambiará las formas y los estilos de ejercer el poder. Pero aún esos impresentables y cuestionados charros no son el mayor problema en estos momentos para Peña Nieto.

 

Es una mujer y ya no es priista, la lideresa sindical que en estos momentos es todo un acertijo para Enrique Peña ¿Qué va a hacer el presidente electo con Elba Esther Gordillo y la relación política cercana que estableció con la maestra en campaña? ¿La volverá su aliada sexenal como hizo Felipe Calderón con el otorgamiento de posiciones y cuotas en el gabinete? ¿O buscará Peña incluso un pacto político más de fondo para completar y terminar la reforma educativa que comenzó con el calderonato? ¿O desconocerá la amistad y la dejará fuera de toda posición de poder con lo que se podría echar en contra al SNTE de cualquier reforma a la educación?

 

En el círculo cercano del presidente electo ese es uno de los temas que tendrán que resolver antes de arrancar el gobierno: los términos de una relación que marcará y definirá, en buena medida, la política educativa del próximo gobierno y la posición de Peña Nieto ante un tema altamente sensible para la sociedad.

 

Como en todo hay presiones. Televisa y su brazo “ciudadano” contra Elba Esther Gordillo, “Mexicanos Primero”, ya le exigieron en público a Peña que se defina y que corte toda relación con la lideresa del SNTE si quiere tener una auténtica política educativa. Claro que el de la televisora no es un interés limpio y detrás se la presión de Claudio X. González está un intento por exigir que, si a Elba le dan posiciones en la SEP, incluida una posible secretaría para Fernando González, Televisa entonces quiere poner al Secretario de Comunicaciones y Transportes.

 

De ese tamaño son los intereses y las presiones que se están moviendo en torno a la relación que debe definir en las próximas semanas Peña Nieto y su equipo cercano. Cuentan que después de las elecciones hubo un encuentro entre Elba Esther Gordillo y el presidente electo, en el que la lideresa del SNTE le dijo: “Nosotros lo ayudamos a ganar, pero usted no nos debe nada, tome sus decisiones y defina, que aquí tiene una amiga”. Claro que si el próximo gobernante decide que no quiere nada con ella y los margina de todo acuerdo, tal vez la amistad se termine y quien llegue a la SEP tenga que lidiar con un sindicato y su lideresa en contra.

 

NOTAS INDISCRETAS…A propósito de la SEP los nombres de Natividad González Parás y José Narro Robles son dos de los perfiles que han estado analizando en el equipo peñista. El primero por su cercanía política y personal con Elba Esther y el segundo por su exitosa gestión frente a la UNAM y sus propuestas sobre el tema educativo…En Chihuahua, el gobernador César Duarte, rindió ayer su segundo informe arropado por la clase priista. Miguel Angel Osorio, Emilio Gamboa, Manlio Fabio Beltrones, y varios gobernadores del PRI y del PRD acudieron al acto en la capital chihuahuense donde Duarte dijo que el 1 de diciembre no habrá sólo cambio de gobierno sino “cambio de rumbo”. Mientras el nuevo rumbo sea mejor….Escalera de los dados. La semana promete.