El viernes pasado platiqué con Paris Hilton. Siempre causa sorpresa conocer a una chica que ha estado en todos los titulares dentro de la prensa del corazón. Se han dicho muchas cosas de ella, pero se ha convertido en una empresaria a nivel internacional. La socialité reconoce que en el pasado era muy fiestera, ha ido madurando y cada día hay menos tiempo para el reventón; le gusta divertirse, pero está concentrada en los negocios, tanto que no tiene espacio ni para vacaciones.

 

Gold Rush es su fragancia número 20 y está muy emocionada, porque es un perfume que lleva notas de romanticismo y pasión.

 

Paris se siente una mujer afortunada y está feliz porque acaba de convertirse en tía; dice que la primera vez que tuvo entre sus brazos a su sobrina lloró.

 

 

La familia está emocionada con un recién nacido; sin embargo, no quiere tener bebés por el momento, aunque se le antoja. Paris siempre ha tenido muchos novios, pero es la primera vez que está sola y en realidad lo está disfrutando.

 

En su compañía tiene bolsas, perfumes, ropa para perro y también se dedica a los bienes raíces, por eso viaja por todo el mundo para ir comprando casas, edificios o terrenos.

 

A México ha venido muchas veces, pero siempre por motivos de trabajo. Ha estado en la Ciudad de México, Careyes, Cancún, Torreón y Los Cabos, pero quiere volver como turista para poder descansar.

 

Paris señala que creció con Ivanka Trump y desde niña conoce a Donald Trump, quien le parece encantador. No cree en todo lo que dicen de él, pues la imagen que ella tiene es la de un hombre dulce e inteligente para los negocios, por eso confía en que será un gran presidente. Paris se mostró encantadora, accesible, contestó todo sin malas caras y con amabilidad. Al final de cada entrevista se paraba para entregar personalmente su perfume; muchos piensan que es lo menos que pueden hacer cuando vienen a promocionar y vender algo, pero algunos se presentan de mal modo o con cara de cansados, así se agradece que te reciban con entusiasmo…

 

Aunque muchos señalan que el Zócalo no estuvo tan lleno, la empresa de Alejandro Fernández reporta que hubo más de 300 mil personas. El Potrillo cantó por más de dos horas, con un gran espectáculo. Alejandro ha presentado Confidencias world tour en 19 países y con este concierto cerró su gira.

 

 

El concierto arrancó a las 20:30 horas con el tema Cóncavo y convexo, continuando con Se me va la voz y Te voy a perder; más tarde regresó al escenario con traje de charro para interpretar Guadalajara, México lindo y querido y Mátalas. Alejandro Fernández dijo estar pleno, pues cantar en un lugar lleno de historia es gratificante; señaló que México vive momentos de grandes cambios, pero debemos mostrarnos como una nación fuerte y unida, con gente buena, trabajadora, con cultura y valores. Alejandro interpretó un popurrí de canciones de Juan Gabriel para recordarlo con gran cariño.

Hay más…, pero hasta ahí les cuento.