El tema de la vida privada de los famosos es todo un lío, porque aunque ellos quieran que se hable sólo de su trabajo, eso resulta imposible. Podríamos pensar que se puede hacer referencia a todo lo que pase de las puertas de su casa hacia afuera, pero también les molesta ser perseguidos por los paparazzi y, de igual forma, se ponen furiosos cuando se habla de su trabajo y se hace una crítica de su actuación o producto en juego.

 

¿Entonces, les gustan solamente las alabanzas? He hecho la prueba tratando temas meramente profesionales y es un hecho que no aceptan comentarios que no les favorezcan, parece que no están preparados para oír la verdad. En México pocos gustan de las críticas constructivas, si se hace un análisis y se dice que la telenovela, puesta en escena o película en la cual participan es de baja calidad o su actuación es deficiente, protestan y siempre menosprecian a la prensa con el calificativo de “pseudoperiodistas”.

 

Es un error pensar que porque ellos lo hacen, está bien. Hasta donde entiendo, cuando se expone una obra ante los ojos del público, queda a consideración del espectador el resultado de su trabajo, el cual puede ser de impacto positivo o negativo. Los gustos son variados y lo que para algunos es maravilloso, para otros es malísimo, entonces se vale decir lo que uno piensa.

 

columna ladronesMe pasó recientemente con la cinta Ladrones, de Fernando Colunga y Eduardo Yáñez. La fui a ver y me pareció pésima, no me gustó la historia, ni cómo la contaron, me parece que está mal lograda y se queda en el intento. Ellos piensan que es injusto que se diga eso, cuando tan sólo es una opinión como espectadora. ¿Por qué se han casado con esa frase de apoyar al cine mexicano de manera incondicional? Hay que elegir lo bueno, no todo lo que pasa por la pantalla grande. Ladrones es la secuela de una cinta que hizo Colunga en 2007, llamada Ladrón que roba a ladrón, donde también aparece el colombiano Miguel Varoni.

 

En ella interpretaban a Alejandro Toledo y Emilio Sánchez, dos ladrones famosos que junto a un equipo de inmigrantes, pelearon contra Mocte Valdez, personificado por Saúl Lisazo, un gurú de los infomerciales que se aprovechaba de los inmigrantes latinos.

 

En Ladrones, Alejandro se ha convertido en empresario y Emilio se ha unido al FBI. Alejandro vuelve a ser un ladrón y experto en logística, para ayudar a un grupo de mexicanos a recuperar los títulos de propiedad de las tierras que les corresponden, desde que Texas era parte de México, mismas que les quieren ser arrebatadas por Miranda Kilroy, interpretada por Jessica Linsey. Como Emilio ya no puede ayudar, busca a Santiago Guzmán (Eduardo Yáñez), otro ladrón.

 

El mensaje que buscan plasmar en la cinta es que trabajando unidos se arrojan buenos resultados, tenderle la mano a alguien sin pedir algo a cambio (lo cual no es mala idea). Ladrón que roba a ladrón fue la primer película en español que en su estreno recaudó más de dos millones de dólares, pero son cintas que dejan mucho qué desear. El público va a las salas y finalmente es el que decide, pero de pronto hay que aceptar que no todo lo que uno hace es súper exitoso, ¿no creen?

 

Hay más… pero hasta ahí les cuento.