Alfonso Cuarón tenía 16 años sin filmar en nuestro país, regresó para realizar la cinta Roma y se encontró con que el personal de la delegación Cuauhtémoc agredió y robó a su equipo de trabajo, ubicado en la Colonia Tabacalera.

 

La Procuraduría General de Justicia abrió una investigación por lesiones después del enfrentamiento; sin embargo, la Secretaría de Seguridad Pública declaró que nunca se trató de un robo. Óscar Montes de Oca, subprocurador de Averiguaciones Previas Desconcentradas de la PGJ, dijo que se investigará para deslindar responsabilidades por la pelea, pero insiste en que el caso es sólo por lesiones.

 

Por supuesto, Cuarón presentó una denuncia correspondiente. Los policías acudieron al lugar pues a través de las cámaras observaron la llegada del equipo del cineasta al lugar de la filmación. El problema fue que se identificaron como representantes de la vía pública de la delegación, y después de una severa discusión, acabaron en golpes.

 

La delegación aclaró que se han ofrecido las facilidades para que la filmación de Alfonso Cuarón se lleve a cabo, pero todo indica queRicardo Monreal (jefe delegacional) no estaba enterado, y después del lío ofreció una disculpa por los excesos cometidos y reconoció que si se cometieron errores, habrá que asumirlos.

 

Sin embargo, la producción contaba con los permisos

 

correspondientes para desarrollar la filmación. La empresa Espectáculos Fílmicos El Coyúl reiteró que fueron robados y agredidos físicamente en la calle José María Iglesias y resaltan la existencia de los permisos oficiales expedidos por la Comisión de Filmaciones de la Ciudad de México. Señalaron que dos mujeres fueron golpeadas, cinco miembros del equipo acudieron al hospital y les fueron robados teléfonos celulares, carteras y joyería…

 

Los presidentes de las comisiones de Radio y Televisión del Senado de la República y de la Cámara de Diputados, encabezados por el senador Zoé Robledo Aburto y la diputada Lía Limón García manifestaron que no se deben transmitir en las televisoras comerciales, programas conocidos como narco series pues van en contra de lo establecido por la Ley Federal de Telecomunicaciones, por ello piden a las autoridades que no promuevan en televisión comercial la apología hacia los temas violentos, haciendo ver al narcotráfico y sus actividades como un modelo de vida aspiracional.

 

El senador y la diputada aseguran no pedir nada extraño, pues está contemplado dentro de la ley. Por ello tuvieron que cambiar la serie El capo y reprogramar su reestreno en Imagen Televisión.

 

Ahora llevará por título Perseguidos; además, tuvieron que recurrir a la edición para moderar el tono de varias escenas. Entonces, ¿dónde está la libertad de expresión? Están haciendo lo mismo que con Gerardo Ortiz y el video Fuiste mía. Lo cierto es que es obvio que existen regulaciones, pero se aplican subjetivamente y de acuerdo a intereses de un grupo limitado.

 

Hay más…, pero hasta ahí les cuento.