Platiqué con Demian Bichir, quien estuvo en México para promocionar la cinta Los 8 más odiados, de Quentin Tarantino. Hay quien no tolera el estilo del director por la violencia que muestra y por plasmar lo peor de los seres humanos en sus cintas. Demian considera que ésta es una de sus mejores películas, pues narra una historia en donde nada es lo que parece, donde ocho personajes tienen que convivir en medio de condiciones adversas, encerrados en una cabaña, ya que están atrapados debido a que está cayendo una terrible tormenta de nieve; los mueve el odio y la avaricia, pero sus cabezas tienen un precio por ser los delincuentes más buscados.

 

columna demian bichirDemian comentó que para poder actuar tranquilo se quitó de la cabeza que estaba trabajando con grandes personajes de Hollywood, porque admira a esos actores, pero en el set todos son iguales y no podía mostrarse como fan. Bichir confesó que ni una selfie se pudo tomar, ya que Quentin prohíbe el uso de celulares durante la filmación (como debería ser), pues le parece increíble que los productores o directores lo tengan que poner como una condición, cuando debería ser obvio el no poder usar teléfonos mientras se trabaja.

 

El actor ha procurado seguir igual que siempre, no se ha comportado distinto, sabe que ser un intérprete es una carrera por la que hay que luchar y descubrió que Kurt Rusell, Samuel L. Jackson, Jennifer Jason Leigh, Tim Roth y Channing Tatum son sumamente sencillos y lo acompañaron en escena, apoyándolo en lo que fuera necesario.

 

Platicó que la película se filmó en los bosques de Colorado y las condiciones del clima fueron extremas, pero las jornadas fueron de lo más cálidas y realmente entre compañeros.

 

El actor platicó de su padre, quien recientemente sufrió un infarto, pero por fortuna se está recuperado y en perfecto estado de salud.

 

Su vida en Estados Unidos ha cambiado de manera radical, pues antes iba a las audiciones, se formaba y pasaba a cumplir con sus textos en pocos minutos, sin ninguna atención. Ahora, cada vez que llega, lo tratan de una forma distinta.

 

La mayoría de las ofertas son directas y cuando tiene una audición es porque va a realizar una entrevista con el director o el productor y si alguna vez lo tienen que grabar, lo reciben con mucho cariño. Eso ha aliviado sus nervios porque no es lo mismo llegar hasta ahí, hacerse ver y convencer a la gente de que trae algo interesante, a que ya sepan quién es. Así le pasó con Quentin Tarantino, pues Robert Rodríguez ya lo había recomendado.

 

Lo único que busca Demian es ser mejor actor después de cada trabajo, ir corrigiendo sus errores para mejorar y poder ser más preciso. Sin embargo, sabe que nunca se termina de aprender el oficio, lleva más de 40 años como actor y siempre hay lecciones nuevas.

 

Ahora viene la cinta Refugio, la cual dirigió y en donde también se dirigió a él mismo; ahí fue proponiendo distintas formas de resolver los problemas, y espera que este año se pueda estrenar pues ya la entregó terminada.

 

Hay más… pero hasta ahí les cuento.