Televisa se tardó, pero finalmente se dio cuenta que le estaban ganando el mercado, sintieron que estaban en terreno seguro por ser una de las empresas televisivas más sólidas a nivel mundial.

 

Durante años, sus telenovelas han viajado por todos los continentes, eran los número uno, no había quien los rebasara.

 

PAG-19-Columna televisaPero pensaron que hacer telenovelas era su fuerte. Aún hay productores y actores que afirman que las telenovelas existirán por siempre y nunca pasarán de moda, y hoy estamos viendo que el interés se ha ido perdiendo, que la forma de contar el melodrama aburre y han caído en un círculo vicioso.

 

Ser los reyes del mercado los volvió confiados, pues durante años no tuvieron competencia. Apenas empezó a pintar TV Azteca y se asustaron un poco, pero finalmente Azteca no sostuvo el paso y de nuevo les dejaron el camino libre.

 

Los actores se cansaron y buscaron otras opciones. Nada parecía preocuparles hasta que apareció Netflix, entre otras. Entonces notaron que la televisión abierta no es suficiente, había que reforzar su programación y ofrecer algo diferente al espectador.

 

Se rehusaron a aceptarlo, pero las telenovelas con duración de un año o seis meses ya no interesan; la gente se cansó de los mismos cuentos presentados una y otra vez, con diferentes nombres y actores e historias repetitivas.

 

Aun así, no quisieron arriesgarse y aunque hicieron la serie de El hotel de los secretos, prefirieron lanzarla en Estados Unidos para medir la respuesta del público, y después la subirán a su nueva plataforma BLIM.

 

Me pregunto si la gente aceptará que Televisa, que le daba contenidos gratuitos, ahora se los quiera vender por 109 pesos al mes. Sin duda costará trabajo aceptarlo, pero habiendo Claro Video, Netflix, Fox, Fox Life, Warner Channel, A&E, Sony, FX, Mundo Fox, Studio Universal y muchos más, la elección será en base a la calidad de los contenidos y producciones.

 

Lo bueno de esta historia es que habrá más trabajo para la industria, desde los técnicos hasta los actores, pues tendrán que producir más material que pueda interesar a la audiencia.

 

Es válido que entren a la modernidad, porque francamente estaban muy atrasados, se durmieron en sus laureles.

 

La baja en las audiencias se dio años atrás, eran señales de alerta que nadie notó y la gente empezó a buscar opciones; en la televisión abierta se conformaron con contenidos mediocres y llenaron la pantalla de comerciales que acabaron cansando al televidente.

 

Cada día hay menos tiempo y cuando estás en casa descansando quieres ver algo ameno, agradable, interesante y distinto. No todo es malo, porque esto incentiva a los productores a buscar otros caminos y a explorar ámbitos distintos, pero tienen que atreverse y dar oportunidad a nuevos escritores y productores con una visión de última generación.

 

Finalmente, todo es evolución, y en Televisa y Azteca ya reconocieron que necesitan cambiar. Televisa lanza BLIM y está haciendo series como Yago, El hotel de los secretos y La vida de Joan Sebastian. Azteca, por su parte, hizo limpieza, quitó a gente que no le aportaba nada a la empresa y han contratado a personas que vienen con ganas de ofrecer productos dignos.

 

¡Suerte para ambas televisoras!

 

Hay más… pero hasta ahí les cuento.