Luis Miguel fue causa de muchos comentarios la semana pasada, por presentarse en el Auditorio Nacional durante 30 minutos y después retirarse porque se sentía mal. Entonces, salen los famosos a decir que no molesten a Luis Miguel ya que tiene derecho a enfermarse, como si uno pensara que son seres de otro planeta con pilas de larga duración.

 

Es obvio que se sientan mal, como todos los seres humanos; tal vez su responsabilidad sea distinta, pues si cualquier otra persona falta a su trabajo, el quehacer que tenía pendiente se pospone para cuando se recupere o lo realiza alguien más.

 

Aquí el problema es que en el Auditorio Nacional lo estaban esperando 10 mil personas que gastaron para ir a verlo, invirtieron en un boleto costoso, más el precio del transporte y lo que implica salir de casa o viajar para llegar.

 

Lo lógico sería ir al médico de inmediato y preguntarle si puede dar el concierto al día siguiente y,  dependiendo de la prescripción, prosigues o cancelas en ese momento y reprogramas las fechas. Lo que nadie se explica es por qué se volvió a presentar al día siguiente cantando 15 minutos y se retiró.

 

Claro, Luis Miguel y todos nos enfermamos, pero hay que reposar y bajar el ritmo y si eso no lo entiende a sus 45 años, está en serios líos.

 

¿Por qué? Porque la gente deja de creer en su artista y muchos dijeron que ya no irán a los conciertos de Luismi porque es probable que cancele, no es la primera vez que lo hace y eso queda en la mente del público.

 

Aunque a él no le interese lo que dice la prensa, todo lo que se escribe y se comenta acaba repercutiendo en su carrera. En todos lados comentan lo sucedido con Luis Miguel y aunque se comprende que tenga rinofaringitis aguda, la gente se ha quedado con la duda de su profesionalismo. Se ve que no tiene un buen equipo, porque tardan mucho en reaccionar y dar respuesta, porque no le dan los consejos necesarios.

 

Todas las estrellas tienen gente para que los ayude en momentos de crisis y eso se llama “control de daños”.

 

Cuando Alejandro Fernández chocó y tuvo que cancelar conciertos, rápidamente salieron los comunicados y anunciaron las nuevas fechas, mandó a su manager a negociar para encontrar la mejor solución y, aunque adolorido, mostró un video explicando lo sucedido.

 

Tan fácil que hubiera sido si Luis Miguel se hubiera plantado en el escenario explicando su malestar y hasta le hubieran aplaudido, pero los comunicados llegaron tarde. Nadie sabe si esto sea el ocaso de su carrera, pero  con sus actitudes, él mismo va restando puntos aunque es un artista con gran talento.

 

Hay más… pero hasta ahí les cuento.