Ropa interior: brasier o sostén

En sus inicios, esta prenda fue utilizada en Creta, al sur de Grecia, alrededor del 1,700 a.C., y las mujeres la usaban para resaltar su figura. Su uso ha tenido diferentes significados a lo largo de la historia, ya que en Roma se consideraban como mujeres civilizadas a quienes la usaban y vulgares las que no. El brasier fue usado para resaltar la figura y el tamaño del busto, y también como una prenda íntima de estatus social y seducción.

 

Pero el que conocemos hoy fue patentado por Mary Phelps Jacob en 1914, quien por casualidad noto que los corsés de la época se notaban con un vestido de fiesta y diseñó un brasier improvisado. Ida Rosenthal le hizo modificaciones y clasificó las tallas y copas con números y letras. Para la década de los años 60, las mujeres salieron a las calles a quemar los sujetadores como símbolo de liberación femenina.

 

En la actualidad encontramos diseños especializados que buscan satisfacer diferentes necesidades: existen desde los sostenes ergonómicos deportivos, los push-up (mejor conocidos como Wonderbra, que dan mayor volumen), los Minimizer (que sirven para disimular el busto grande), los que tienen varilla, los de encaje y los elaborados con fibras que se ajustan al cuerpo especializados para lactancia.

 

¿CÓMO ELEGIR EL MEJOR?

Es importante tomar en cuenta la comodidad, la seducción, la protección, el estilo de vida y la talla correcta para elegir un brasier adecuado a cada necesidad.

Elige bien tu talla. Para conocerla rodea tu espalda debajo del busto y obtén tu medida en pulgadas. Mide a la mitad de tu busto en pulgadas y resta esta medida de la anterior; la resta te indicará tu copa: A: 0.5 -1, B: 1.5-2, C: 2.5-3, D: 3.5-4 y DD: 4.5-5.

 

Si tienes copa D o una mayor, utiliza tirantes anchos para mayor confort. Debido a la talla y el peso debes cuidar que la parte posterior se ajuste cómodamente y no se levante.

 

Tu talla correcta hará que tus prendas luzcan impecables.

 

Evita que se note en la blusa o vestido para trabajar, ya que al ser considerada una prenda considerada como seductora, puede dar un mensaje erróneo y restarte seriedad.

 

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