Algo grave, si no es que muy grave, está pasando en el PAN. Y es que mientras el PRI de Enrique Peña Nieto y las izquierdas de Andrés Manuel López Obrador trabaja ya con candidatos presidenciales, en el partido azul no saben que pasa hoy, y menos lo que ocurrirá mañana.

 

Nadie sabe, bien a bien, lo que va a pasar en torno a la candidatura presidencial; nadie conoce, con claridad, al grupo político que será hegemónico en los siete meses por venir, y muy pocos tienen claro el rumbo que lleva la selección del candidato presidencial. Esa indefinición, a siete meses de la elección presidencial-, es veneno puro para cualquier partido político, sobre todo para el PAN, que solía ser ejemplo de sensatez en la toma de sus decisiones políticas.

 

¿Qué está pasando en el PAN? ¿Por qué el partido azul da tumbos y no encuentra el camino a la selección del o la mejor alternativa para la presidencial del 1 de julio? ¿Dónde quedó la capacidad de los azules de entusiasmar a sus militantes y a la sociedad toda, con sus procesos de selección interna? ¿Por qué hoy el PAN no mueve y menos conmueve al electorado de su establo? ¿Por qué pareciera que el PAN es un muerto en vida?

 

Está claro que los enemigos del PAN están en la misma casa azul. Primero, es evidente –para todo el que quiera verlo-, que desde la casa presidencial se pretende imponer la candidatura de Ernesto Cordero. Segundo, es evidente que personajes como Santiago Creel, con capaces de “morirse en la raya”, antes que dar un paso atrás y favorecer una candidatura unitaria. Y, tercero, que al más puro estilo del viejo PRI, desde el poder se hace todo por reventar a la candidata natural, a la señora Josefina Vázquez Mota. Pero vamos por partes.

 

EL CORDERO DE DIOS

Con todo el empuje de Los Pinos, avanza inexorable la imposición de Ernesto Cordero como candidato presidencial del PAN. Hoy, según las mediciones internas y externas del partido azul, el “delfín” presidencial ya se coloca en la segunda posición, al enviar al tercer lugar a Santiago Creel.

 

Por eso, porque ya estaría “a tiro de piedra” de Josefina Vázquez Mota, los “genios azules” han propuesto que la “caballada” de Acción Nacional se reduzca de tres a dos corredores. El problema, claro, es quien de los tres será el valiente en bajarse de la contienda. Por eso, se les ocurrió una encuesta, que de aplicarse hace un mes, habría dejado fuera a Cordero, pero si se aplica hoy, dejaría fuera a Santiago Creel.

 

Sin embargo, nada está escrito, ya que los estrategas azules parecen no haber calculado que han tensado la liga hasta el límite de su resistencia y que lo siguiente es la ruptura. ¿Y eso que quiere decir? Elemental, que si continúa la presión para la candidata puntera y el aspirante colero –Josefina Vázquez Mota y Santiago Creel-, lo único que van a conseguir es que se junten los extremos.

 

En otras palabras, que se produzca la única alianza posible en Acción Nacional; la de la señora Vázquez Mota y el señor Creel. ¿Y por qué esa alianza? Porque los dos son perseguidos por la casa presidencial y los quiere fuera de la contienda presidencial, el grupo compacto de Ernesto Cordero. ¿Qué pasaría si se confirma la probable alianza entre Josefina y Santiago?

 

EL SUICIDA, SANTIAGO CREEL

Que la suma de los votos de ambos, por razones aritméticas, hará imposible la victoria de Ernesto Cordero. La alianza entre la que puntea las encuestas y el colero, debe darse lo más rápido posible ya que, de lo contrario, los votos a favor de Santiago Creel seguirán siendo votos muertos para la señora Vázquez Mota. Es decir, son votos que se achican, se achican, se achican…

 

Por lo pronto, Cordero continúa cometiendo serias pifias y, en una contradicción poco clara, a pesar de los gazapos sigue creciendo en las encuetas. ¿Por qué ese fenómeno contradictorio? En realidad la explicación parece elemental; resulta que Cordero continúa creciendo -a pesar de sus errore–, porque en la campaña de Santiago Creel prácticamente se han rendido. ¿Qué quiere decir eso?

 

Que a pesar de que Creel y sus leales saben que ya no tienen ninguna posibilidad, están lejos de la grandeza que caracterizó a los políticos de Acción Nacional, que se retiraban para hacer posible una alianza ganadora. Desde su precampaña presidencial de 2005, Creel prefirió quemar sus naves solo, en medio del océano, antes que sumarlas a un proyecto ganador. Hoy sigue el mismo camino, lo que obliga a sus seguidores al suicidio; un volado; ¿cara o cruz?

 

Santiago Creel se aproxima cada vez más al papel de suicida, el hombre que si bien no se rende, tampoco es capaz de la grandeza propia de los grandes.

 

TODOS CONTRA JOSEFINA

Pero al parecer lo más dañino a la cultura electoral panista y, por consecuencia, a su proceso interno de selección de candidato o candidata presidencial, es la guerra que le han declarado a Josefina Vázquez Mota todos los leales al presidente Calderón y a su delfín Ernesto Cordero. Es tan evidente la campaña a favor de Cordero y la guerra contra la mujer dos veces secretaria de Estado, que los debates, las precampañas, los otrora choques de ideas entre panistas, hoy se han convertido en versiones modernas de “la noche de los cuchillos largos”.

 

Es decir, se ha iniciado una feroz persecución contra todos los panistas que abiertamente se han pronunciado a favor de Creel o de Vázquez Mota, que no pocos de los simpatizantes de estas alternativas han preferido “guardar” su voto. Por lo pronto, hoy todo indica que van por Creel y la guerra final será entre la señora Vázquez Mota y el señor Ernesto Cordero. ¿Cara o cruz?

 

¿SE ACUERDAN?

La antesala del receso navideño, la semana del 26 de noviembre al 2 de diciembre de 2005 fue de definiciones.

 

El PAN definió no pagar el precio de la alianza con el Partido Verde –cinco senadurías y 17 diputaciones –, y dejó el camino libre para la coalición con el PRI. A su vez, el PRD –una semana después de pactar con el PT–, definió la alianza con Convergencia. En tanto, Patricia Mercado se definió como candidata presidencial de Alternativa Socialdemócrata.

 

Y finalmente, se configuraba la tendencia que marcaría toda la elección. Según una encuesta de El Universal, AMLO –con una pendiente negativa–, había caído al 34% de las menciones, Calderón crecía a 22% de las preferencias, con una predisposición a crecer, en tanto que Madrazo se mantenía estable, con 18%. ¿Qué tal?