Donald Trump, candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, aseguró vamos a hacer el muro en la frontera y México va a pagarlo al cien por ciento y con sorna agregó “aún no lo sabe, pero lo van a pagar”, dijo al presentar un decálogo de su política migratoria en Phoenix, Arizona.

 

Alertó que todas las personas que hayan “ingresado ilegalmente” a EU “estarán expuestos a ser deportados” en caso de que él gane las elecciones presidenciales.

 

Dijo que bajo su Presidencia “no habrá amnistía” y advirtió que nadie podrá legalizar su situación si “ha entrado ilegalmente al país”.

 

“Voy a dar un discurso sobre uno de los desafíos más grandes que este país enfrenta: la inmigración ilegal”, sostuvo tras precisar que su mensaje sería distinto.

 

Horas después de haber visitado México, para reunirse con el presidente Enrique Peña Nieto, el magnate inmobiliario añadió “usaremos la mejor tecnología para hacer un hermoso y poderoso muro en la frontera”.

Desde Arizona, Trump se refirió a su viaje a la ciudad de México y aseguró que coincidió con el presidente Peña Nieto en terminar con el flujo ilegal de armas y drogas entre ambos países.

 

S bien, expresó su amor por el pueblo mexicano y señaló que al final del proceso electoral “ambos países vamos a ganar”, aseguró también que en su primer día y primera hora como presidente deportará a los migrantes mexicanos sin documentos y el crimen bajará.

 

Hay al menos, dijo, dos millones de extranjeros delincuentes en el país.

 

“Los que abusen de nuestro sistema de bienestar serán los primeros en ser deportados”, señaló.

 

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Acusó a los trabajadores ilegales de sacar más del sistema que de lo que aportan. “A migrantes se les trata mejor que a nuestros ex combatientes y eso ya no va a pasar, afirmó el candidato.

 

Aseguró “vamos a tratar a todos los que vivan en nuestro país de manera compasiva, pero nuestra mayor compasión debe ser para nuestros ciudadanos estadunidenses”, añadió.

 

 

“Gracias. Estoy tan feliz de regresar aquí a Arizona, un estado que tiene un lugar muy especial en mi corazón y juntos vamos a obtener la Casa Blanca en noviembre. Ustedes saben aquí es donde todo comenzó, esa multitud masiva, así que dije vamos a ir allá”, dijo al arrancar su discurso, el cual había sido aplazado en dos ocasiones previas.

 

El magnate afirmó que se debe cambiar el liderazgo de EU en materia migratoria desde Washington. “Nuestro sistema es peor de lo que se han dado cuenta”, afirmó.

 

Aseguró que el problema fundamental del sistema migratorio es que sirve a las necesidades de donantes, políticos poderosos y empresarios, pero no le sirve al pueblo. “Una reforma migratoria debería buscar una vida mejor para los estadunidenses”, aseguró.

 

Es nuestro derecho como nación soberana escoger a los inmigrantes que tengan las mejores posibilidades de crecer, aportar a EU y de querernos.

 

“Arreglemos este horrible problema. Aseguremos nuestra frontera… juntos podemos salvar a EU”, concluyó al presentar un decálogo para su política migratoria.