GENERO-EN-LA-MIRA-ok

A tan sólo un mes de que la ex modelo Bethann Hardison, pionera de la industria de la moda, denunciara la falta de diversidad racial en las pasarelas de Nueva York, Londres, Paris, y Milán, el diseñador californiano Rick Owens empleó bailarinas de step dancing, (un tipo de baile cuyo compás se acentúa golpeando el suelo con los pies), en su mayoría negras, en lugar de las tradicionales modelos blancas de 1.80 metros de estilizadas figuras, para su colección primavera/verano 2014 en la Semana de la Moda de París.

 

Todo indica que Owens ya había orquestado la presentación de su nueva colección antes de que Hardison junto con las supermodelos Naomi Campbell e Iman, evidenciaran la preponderancia de modelos blancas en las colecciones de los principales diseñadores por encima de las modelos negras, a quienes ellas representan.

 

Hardison escribió en una acalorada misiva: “todas las miradas están sobre una industria de la moda, que temporada tras temporada, ve que las casas de la moda usan constantemente una o ninguna modelo negra. No importa cuál es la intención, el resultado es racista”.

 

Justo ha sido el marcado uso de modelos blancas lo que fue desafiado en la presentación de Owens, donde las bailarinas pertenecientes al equipo de step  dancing de la hermandad Zeta Phi Beta de la Universidad Howard en Estados Unidos,  demostraron su pericia y habilidad en el baile y la ruptura con los cánones del modelaje.

 

 

Las bailarinas de atlética condición, muslos gruesos y cuerpos curvilíneos, hacían gala de gesticulaciones transgresoras, lanzaban gruñidos, fruncían el entrecejo, lucían enérgicas, muy alejado del estereotipo que tenemos de las modelos donde se las ve con un halo de etérea nostalgia y solemnidad.

 

En un principio el desfile de modas me generó una reacción mixta. Por un lado el físico musculoso de las bailarinas capaz de realizar todo tipo de proezas físicas fue una bocanada de aire fresco, una vuelta de tuerca a la homogeneidad de los cuerpos extremadamente delgados carentes de fortaleza que solemos ver.

 

Pero por otro lado me generó desconcierto, en particular, por el hecho de que las bailarinas lucieran enfadadas, parecían cumplir el estereotipo de mujer negra enojada, retomando los tipos de estigma de las cuales son depositarias las mujeres negras, al ser consideradas con tendencia a la ira.

 

Con el ceño fruncido, expresiones de determinación y ferocidad, las mujeres se mecían al ritmo del baile, echaban la cabeza de atrás hacia adelante, movían los brazos con soltura y lanzaban  patadas laterales.

 

Es de esta manera que el desfile de modas de Owens con una amplia presencia de mujeres negras enfundadas en ropas cómodas, desenfadas y con actitudes desafiantes causara tal sorpresa  y un parteagüas en las pasarelas de la moda.

 

Considero que el espectáculo de Owens estaba repleto  de estereotipos raciales y de género, ya que a través de las expresiones y movimientos agresivos de los modelos parecían caer en los viejos mitos de las mujeres negras como enojonas y duras

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Hubiera preferido que el diseñador presentara a esas mismas atléticas bailarinas sin las gesticulaciones de enfado y rechazo que les pidió hacer, ya que en el afán de celebrar la belleza diversa, me parece Owens erra y muestra al público que lo contrario a las lánguidas y hermosas modelos blancas son las mujeres negras, gruesas y enojadas.

 

Aunque por otro lado se entiende que lo hiciera de esa manera, ya que deseaba que el público se diera cuenta de manera contundente, de la estereotipada representación de la modelo. De hecho, Owens señaló en la presentación de su desfile que este era un: “vete al diablo a la belleza convencional”.

 

La forma de representación de las mujeres en la pasarela varió, de eso no hay duda,  pero en el fondo se volvió a utilizar los cuerpos de las mujeres, en este caso de tez oscura para presentar lo que él cree que es un alternativo modelo de belleza basado en movimientos agresivos y gesticulaciones de enojo, que según su postura, ha calificado de ser ejemplos de poder y confianza.

 

El espectáculo de Owens no es tanto una apuesta por el que las mujeres de diversas razas y tipos de cuerpo se empoderen, no es la mujer el fin, sino es el medio.

 

Dudo mucho que este sea el tipo de participación dentro de las pasarelas que Hardison, Campbell e Iman quieren conseguir para las mujeres negras.