El peso de la ley

En tiempos de definiciones políticas, el PRI debe librar uno de sus más complejos escollos. La reprobación social que la Ley de Seguridad Interior ha generado representa un riesgo de cara a la jornada electoral. El tricolor no se puede dar el lujo de sembrar motivos de rencor social, que ya le sobran y pesan como auténtico lastre a José Antonio Meade. De ahí que, ante la eventual aprobación del controvertido dictamen en el Senado, el propio presidente Enrique Peña Nieto hiciera un llamado para “abrir el debate y escuchar todas las voces” antes de votarlo. Si bien la propuesta fue recibida con agrado por diversos sectores, habrá que esperar para ver si, tras escuchar las diferentes inquietudes, se incluyen cambios en la minuta. Si es así, difícilmente tendremos ley esta semana. Si sólo fue una pantalla, habrá Ley de Seguridad Interior en pocos días.   

 

 

Pleito en el INE

A Lorenzo Córdova, presidente del INE, no lo calienta ni el sol. Y no es sólo que el frío pegue con todo en la zona de Tlalpan, sino que el recorte que enfrenta el instituto es el mayor del que se tenga registro. Si a esto le sumamos que la elección del año que viene es quizá la más compleja en la historia, el panorama se complica aún más. El recorte fue autorizado –desde luego- por las fracciones parlamentarias en el Congreso, pero cuando los representantes de los partidos políticos en el instituto se enteraron de que la tijera también les afectaba a ellos y a sus oficinas, pusieron el grito en el cielo. El viernes pasado se negaron a participar en la sesión extraordinaria en la que se debía aprobar el ejercicio del presupuesto para el año que viene. El propio Córdova salió del recinto y enfrentó a los representantes partidistas, a quienes les reprochó que habían sido sus propios partidos los que autorizaron el recorte y que, bajo su premisa de autonomía, no solicitaría “un peso más”. Vaya panorama el que se dibuja para el órgano electoral ante un año de plena efervescencia.

 

 

El despegue de El Joven Maravilla

Se cumplió el pronóstico, y será Ricardo Anaya quien abandere la controversial coalición “Por México al Frente”, conformada por el PAN, PRD y Movimiento Ciudadano. Ayer, el algún día llamado Joven Maravilla encabezó un evento que sirvió como despegue rumbo a la campaña frentista, y lo aprovechó a la perfección. Anaya, quien siempre ha destacado por su buena oratoria, no se limitó a hablarle a azules, amarillos o naranjas. Sabía de la atención que los “destapes” despiertan en los medios de comunicación y dio a conocer las bases de su proyecto de gobierno. Incluyó en su discurso conceptos y personajes de actualidad para atacar el mercado de los votantes jóvenes. Se mostró sólido y convincente. Al parecer, la carrera presidencial está lejos de ser una competencia de sólo dos.

 

 

Ni tan independientes

Dos de los principales promotores de las candidaturas ciudadanas e independientes han mostrado su apoyo a proyectos impulsados en fuerzas políticas tradicionales. Emilio Álvarez Icaza, quien basaba su proyecto en la independencia de la clase política, se dejó ver reunido con Ricardo Anaya y Santiago Creel, mientras que Jorge Castañeda –autor del libro Sólo así: por una agenda ciudadana independiente, estuvo presente en el evento frentista y fue mencionado por el propio precandidato. Testigos del desgaste de la figura de la candidatura independiente, ambos se refugian en una opción que responde a los vicios del sistema partidista que tanto criticaron.