Los consejeros electorales andan muy preocupados.

 

¿Por enderezar las elecciones en Veracruz, Estado de México, Coahuila y Nayarit?

 

No, para nada.

 

Su angustia es cómo salir librados de unas campañas y votaciones bajo sospecha por mil razones:

 

No hubo vigilancia, y no se pida auditoría, en tiempo real a los candidatos y partidos participantes en las contiendas de las cuatro entidades.

 

Y ahora el INE, de Lorenzo Córdova, se ahorca con su propia soga porque no actuó cuando debía y no sabe cómo cuadrar las cifras.

 

¿Acaso no era previsible la movilización de un gran ejército para vigilar casillas, con al menos dos participantes por cada fuerza electoral?

 

¿Y por qué no auditó si las principales siglas –en todos lados el PRI, en otros el PAN y en poquísimos el desfalleciente PRD– pagaban o no a sus operadores?

 

Ahora los consejeros inventan cifras, calculan gastos, sospechan lo necesario y cómo se les avitualló y de qué y cuánto costó.

 

LES ASUSTA SER EXHIBIDOS POR EL TRIFE

Pero su principal preocupación no es ese enredo ni su intríngulis.

 

Para nada.

 

Quieren librar un poco su imagen personal e institucional e investigan cómo lavarse el rostro burlado y manchado para no ser hazmerreír de la sociedad ni del TEPJF.

 

Porque una mala decisión suya, y ha sido la constante con el actual y los anteriores Consejos Generales del ahora INE y antes IFE, deberá ser enmendada por el Tribunal.

 

Por eso cambian de ánimo, de juicios, de estrategia.

 

Si su voto sobre Coahuila hubiese sido el viernes pasado, no lo dude usted: la mayoría de los 11 consejeros, con Lorenzo Córdova a la cabeza, habrían declarado violados los topes de campaña.

 

Sería el mejor sustento jurídico al Trife, de Janine Madeline Otálora, para anular las votaciones de junio en Coahuila.

 

Pero perdidos como están los consejeros en su propio laberinto, esperarán información adicional de los partidos para, sobre todo, modificar criterios en torno a los gastos partidistas ante las ánforas.

 

Sin esperar esos resultados, está a vistas la realidad: este INE ha dejado de ser institución de certeza y ha enturbiado más las mañas, los malos manejos y demás cochinadas de partidos y candidatos.

 

ENCUESTA PROPIA: MANCERA TIENE 12%

  1. Miguel Mancera opera en doble vía rumbo al proceso electoral de 2018.

 

Públicamente negocia y arma un frente opositor de partidos, organizaciones no gubernamentales, universidades, colegios de profesionistas, etcétera.

 

Y del otro mide sus posibilidades, según las cuales él tiene 12% de intención de voto entre fuerzas y aspirantes visibles entre la izquierda radical y la derecha azul.

 

Nada mal, si al final respalda su imagen ciudadana con el gran movimiento antisistema y antipartidista imperante en México.

 

  1. El Congreso de la Unión espera un primer reporte de Carlos Ramírez sobre el manejo de los recursos de trabajadores en la Consar.

 

No lo hizo en tiempo, pero varias fracciones mantienen su demanda de hacerlo comparecer para tener información directa sobre cómo supervisa esos fondos, cómo actúa el marcado y las prácticas monopólicas del llamado “cártel de las Afores sancionadas”.

 

 

caem