La cancha de competencia del Auditorio Benito Juárez se encuentra ciento por ciento lista para las justas deportivas de los Juegos Centroamericanos y del Caribe 2014. Cuenta con un gimnasio nuevo,  en el cual alberga dos canchas de basquetbol con medidas reglamentarias por la FIBA y que durante los juegos funcionará como área de entrenamiento y calentamiento. Además, se realizaron trabajos de remodelación dentro las áreas operativas del inmueble.

 

En 1972, el puerto de Veracruz ya contaba aproximadamente con 250 mil habitantes y la afluencia comercial y turística iba en aumento. Sin embargo, la ciudad carecía de un espacio adecuado para la realización de grandes espectáculos y eventos.

 

Fue entonces que nació la idea de la construcción de un Centro Cívico, Cultural y Deportivo, idea que fue aprobada primero por la Secretaría de Patrimonio Nacional y respaldada por el Ejecutivo.

 

De esta manera es como el 1 de junio de 1972 abrió sus puertas por vez primera el Auditorio Benito Juárez. El entonces presidente de la República, Luís Echeverría Álvarez, inauguró el recinto: un gimnasio cubierto con capacidad para albergar a cerca de cuatro mil personas, con pistas para eventos deportivos, un foro desmontable para representaciones artísticas, canchas deportivas y un amplio estacionamiento.

 

Para 1976, el gobierno federal desincorpora de sus bienes el inmueble y lo entrega en donación al entonces Instituto Mexicano de Protección a la Infancia del Estado de Veracruz, hoy DIF estatal.

 

Abandono y recuperación

 

Durante los años posteriores, el Auditorio Benito Juárez albergó eventos tanto deportivos como artísticos; pero el tiempo, el descuido y la falta de mantenimiento hizo estragos, deteriorándolo en su mayoría.

 

Es en el sexenio 1998-2004 cuando se decide tomar como proyecto de dicha administración la remodelación total del auditorio, rehabilitándolo completamente y reinaugurándolo para beneplácito de los veracruzanos, que anhelaban desde entonces el retorno del baloncesto al puerto.

 

Pero es hasta 2005 cuando la duela del Benito Juárez recibió nuevamente al “deporte ráfaga”, gracias al entonces gobernador Fidel Herrera Beltrán y a su esposa, Rosa Borunda de Herrera, quien fue una gran impulsora del mismo junto con el rector de la Universidad Veracruzana, Raúl Arias Lovillo. Ambos deciden adquirir la franquicia de las Garzas de Plata, que dio nacimiento a los Halcones Rojos Veracruz.

 

Actualmente, el Benito Juárez luce en toda su majestuosidad. Además de ser oficialmente la casa de los Halcones Rojos, alberga la primera escuela de ese deporte del club: la Escuela de Baloncesto Infantil y Juvenil “Halconcitos Rojos Veracruz”.

 

Por sus instalaciones de primer nivel, el Auditorio Benito Juárez es considerado por la Liga Nacional de Baloncesto Profesional como una de las mejores sedes del país. Cuenta con capacidad para recibir a tres mil 466 personas, con gimnasio techado, climatizado en su totalidad, duela flotante de excelente calidad y en perfectas condiciones, dos cafeterías, dos vestidores, baños, un amplio estacionamiento con cupo para cerca de 300 automóviles y con un promedio de asistencia de dos mil 600 aficionados.