La decisión del regulador de eliminar la tarifa cero de interconexión de América Móvil hacia el resto de operadores es vista como un triunfo por el gigante capitaneado por Carlos Slim, pero preocupa a su competencia y a expertos.

El Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) determinó este jueves las tarifas de interconexión para telecomunicaciones móviles para el 2018 y estableció que, si bien se mantiene la asimetría, tanto el preponderante –América Móvil– como el resto del mercado deberán pagar para conectarse a redes ajenas.

 

Esta resolución, un capítulo más de una larga batalla legal, cumplió con la demanda de la Suprema Corte de que fuera el IFT -y no el Congreso con la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión del 2014– quien estableciera las tarifas de conexión.

 

“El IFT ejerció su autoridad para regular de manera asimétrica a los participantes en los mercados de telecomunicaciones con el objeto de eliminar eficazmente las barreras a la competencia y la libre concurrencia”, afirmó el órgano en un boletín.

 

Este viernes, el titular de la Unidad de Política del IFT, Víctor Rodríguez, defendió ante medios la decisión y aseguró que la baja de precios se debió no solo a la tarifa cero -estipulada para facilitar la entrada de nuevos actores-, sino también al desbloqueo de equipos o la eliminación del roaming.

 

Telefónica Movistar y AT&T, principales competidoras de Slim, han tomado esta noticia como un jarrón de agua fría.

 

La decisión del IFT “se traduce en serias consecuencias para la competencia dentro del sector de telecomunicaciones”, indicó la filial mexicana de Telefónica, que aseguró que la tarifa cero le permitió lanzar varios servicios, como planes de voz ilimitados.

 

La política de tarifa cero trajo “mayor inversión, más y mejores servicios móviles, precios dramáticamente más bajos para millones de consumidores mexicanos. (…) Hoy estamos decepcionados”, agregó AT&T.

 

El pleno del IFT resolvió que, con base en un modelo de costos, por terminación en la red móvil de América Móvil -que tiene como subsidiarias Telmex y Telcel- el resto de compañías pagarán 2,85 centavos de peso por minuto (0,15 centavos de dólar).

 

Del otro lado, América Móvil desembolsará 11 centavos de peso minuto (0,58 centavos de dólares) para usar las redes de sus competidores.

“El modelo de costos es un artefacto que sirve para pensar los problemas, y no para decidir los problemas. (…) Esto es un retroceso en términos de hacia dónde va dirigida la política”, dijo a Efe Alexander Elbittar, profesor del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE).

 

El experto en telecomunicaciones apuntó que hay una reducción del 56% en las diferencias tarifarias entre preponderante y competidores. Esto impactará tanto en la competencia en la industria como en el consumidor.

 

“Va a repercutir en las tarifas porque no habrá una reducción de precios, y el consumidor va a salir mal”, especialmente los de menor capacidad económica, explicó.

 

Y del lado de la industria, disminuirán “los incentivos para que el resto de operadores sigan invirtiendo”, agregó.

 

Por último, temió que, a partir de ahora, América Móvil se centre más en ganar batallas por la vía regulatoria que invirtiendo en infraestructura y servicios.

 

La decisión “manda señales al resto de operadores de que va a ser más difícil tratar de competir” con un agente “muy anclado en el mercado”, apuntó.

 

Fuentes de Telcel informaron a Efe que de momento no hay “ningún comentario” oficial de la compañía.

 

Sin embargo, el coordinador de comunicación corporativa de Grupo Carso, Renato Flores, indicó en Twitter: “El gran despliegue propagandístico para bloquearnos falló. Se impuso el análisis real de datos”.

 

Al cierre del 2016, América Móvil tenía el 64,9% del mercado en telefonía móvil y Telmex, en telefonía fija, controlaba el 63,2% del mercado.

 

ERM