Madrid. – Si desfilar para Victoria’s Secret es uno de los mayores logros de toda modelo, hacerlo con el Fantasy Bra es una auténtica coronación, y es que los sujetadores más caros del mundo han vestido a maniquíes como Claudia Schiffer, Tyra Banks o Gisele Bundchen, auténticos mitos de la historia de la moda.

 

La modelo Lais Ribeiro ha sido la elegida para lucir el último Fantasy Bra en el desfile que celebrará la casa de lencería a finales de este mes, un espectáculo que se traslada por primera vez a Shangai.

 

La brasileña de 27 años, madre de un niño y ángel de la firma desde hace 2 ediciones, desfilará con el “Champagne Nights Fantasy Bra”, una pieza elaborada con zafiros y topacios ensartados en hojas de árbol hechas de oro, que recogen el pecho y unen los tirantes mediante un collar decorativo que pasa por debajo de las clavículas.

 

El diseño, valorado en 2 millones de dólares, continúa esta ostentosa tradición que Victoria’s Secret inició en 1996, dos años después de que celebrara su primer desfile, en el Plaza Hotel de Nueva York.

 

El Fantasy Bra, desde 1996 hasta hoy

 

La encargada de lucir ese primer modelo fue una joven Claudia Schiffer de 26 años, ataviada con el “Million Dollar Miracle Bra”, un sujetador blanco brillante valorado, como su nombre indica, en 1 millón de dólares, que hizo de la sensualidad más lujosa la insignia de la casa.

 

Un año después, a la alemana la siguió Tyra Banks, una de las “top models” más influyentes de la década de los años 90. La californiana hizo que la firma subiera su apuesta a favor del Fantasy Bra con el modelo “Diamond Dream”, una pieza valorada en 3 millones de dólares, de satén blanco rematado con diamantes y un gran brillante que pendía del centro del sostén.

 

La modelo repitió como reina de los ángeles en 2004 con el “Heavenly 70 Fantasy Bra”, una pieza de apariencia transparente y tirantes finos compuesta por 2.900 diamantes que alcanzó los 10 millones de dólares, una cifra que, a día de hoy, todavía la sitúa entre los Fantasy Bras más caros.

 

Con Banks, la pasarela de Victoria’s Secret, donde siempre abundan las modelos rubias, abrió la puerta a mujeres de color como Seletia Ebanks o Jasmine Tookes, quienes lucieron sus Fantasy Bras en 2007 y 2016, respectivamente.

 

El #TeamBrasil de Victoria’s Secret, las reinas del Fantasy Bra

 

Pero fue precisamente una de las rubias más famosas de la moda mundial quien, en 2005, hizo historia con el que sigue siendo el sujetador más caro del mundo. Fue Gisele Bündchen con el “Red Hot Fantasy Bra”, de 15 millones de dólares, presente en el libro de los Récord Guiness como prenda interior más cara del mundo.

 

Bündchen posó con este modelo el año de su debut en la firma, un comienzo estelar para uno de los ángeles más icónicos de todos los tiempos, que 5 años después pudo volver a vestir uno de estos exclusivos sujetadores, el diseño “Sexy Splendor” que es, además, el segundo más caro de la historia de Victoria’s Secret, valorado en 12 millones y medio de dólares.

 

Un valor que ya había alcanzado, en 2001, el “Heavenly Star Bra”, vestido por Heidi Klum quien, junto con Adriana Lima ostenta el título del ángel que más veces ha vestido el Fantasy Bra: ambas lo han hecho en 3 ocasiones.

 

Klum lo hizo por primera vez en 1999, y repitió en 2001 y 2003, mientras Lima, más joven, lució su primer Fantasy Bra en 2008, y volvió a hacerlo en 2010 y 2014, cuando vistió, junto con Alessandra Ambrosio, la primera pareja de sujetadores fantasía, un momento histórico para la firma y en la carrera de ambas modelos.

 

Quedan 25 días para que Ribeiro entre al club más privado del círculo de Victoria’s Secret, ya de por sí selecto. Una nueva conquista en la trayectoria de esta brasileña, que empezó en la moda por casualidad al ganar un concurso de la agencia JOY Management Models, debutando en la pasarela de Nueva York en 2010 en los desfiles de Marc Jacobs, Michael Kors y Ralph Lauren.

 

Y se preguntarán: ¿quién compra estos sujetadores-joya? Pues bien, por el momento, el único que tiene dueño es el Fantasy Bra de 2012, un capricho de 2 millones y medio de dólares, solo apto para ocasiones muy especiales.

 

ERM