La salida de Luis Videgaray ha cambiado el ambiente en el equipo gubernamental.

 

De Enrique Peña Nieto, debe agregarse.

 

A reserva de ahondar en esta información, pues hay muchos elementos para el análisis, están las relaciones del Presidente de la República con actores políticos hostigados o de plano marginados.

 

Uno de ellos es Manlio Fabio Beltrones.

 

Sonorense y mexiquense habían mantenido históricamente muy buena relación entre sí.

 

No hubo distanciamiento siquiera cuando ambos aspiraron a la candidatura en 2012 y los dos, solos y en un privado, se pusieron de acuerdo en el restaurante La Pigua, en Campeche.

 

Así se despejó la ruta priista hacia la Presidencia.

 

A partir de entonces, Peña dispensó un trato frecuente y amable a Beltrones, quien acudía con regularidad a la Residencia Oficial de Los Pinos para intercambiar básicamente opiniones sobre la agenda legislativa.

 

Beltrones iba a una casa conocida, pues también fue interlocutor del privilegiado priista de los dos Presidentes panistas, Vicente Fox y Felipe Calderón.

 

Pero llegó la campaña electoral de 2016, en plena crisis político-económica y zancadillas desde el gabinete, y la mayoría de los candidatos del PRI cargaron con las consecuencias.

 

Beltrones leyó la derrota y se fue.

 

MÁS DE TRES HORAS EN EL MR CHURCHILL

 

Desde entonces, Manlio Fabio Beltrones ha sido poco visto en público.

 

Ha estado, confirma Teléfono Rojo, en Los Pinos y no han trascendido los temas de esos encuentros con Enrique Peña.

 

Tampoco lo hablado con Enrique Ochoa Reza, peón de Luis Videgaray en el PRI, más allá del discurso público:

 

Fue un mensaje de unidad y ambos coincidieron en seguir trabajando para el fortalecimiento del partido, bla, bla, bla

Pero algo se mueve en el poder.

 

Va otra primicia:

 

El lunes pasado cenaron y platicaron extensamente el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, y el ex coordinador senatorial y de los diputados priistas, Manlio Fabio Beltrones.

 

El encuentro fue en el restaurante Mr Churchill, en Polanco, a partir de las nueve y media de la noche.

 

Cada uno llegó por su cuenta y se encontraron en un privado, donde estuvieron hasta la madrugada del martes, cuando ya no había más comensales.

 

VIEJOS AMIGOS SIN CARTAS MARCADAS

 

  1. Más de tres horas es mucho tiempo para un simple saludo, ¿verdad?

 

Inclusive para brindar.

 

Pronto podríamos ver los resultados de ese larguísimo diálogo entre Osorio Chong y Beltrones.

 

  1. Ambos se conocen de sobra.

 

Cuando el presidente Peña andaba de gira internacional en noviembre del año pasado, el oaxaqueño Alejandro Murat dialogó largo con el dirigente de su partido.

 

-A los cuestionamientos de residencia, no agregues más dudas. Si vas a competir por Oaxaca, sepárate del Infonavit –le recomendó Beltrones.

 

-Hoy mismo presento mi solicitud de licencia –ofreció Murat.

 

Apenas se fue Murat, Beltrones se comunicó con Osorio y le platicó lo hablado y acordado.

 

-Bien hecho –lo interrumpió Osorio-. El Presidente va a estar de acuerdo.

 

De ese nivel era, y quizá lo es, la comunicación entre sonorense e hidalguense.