WASHINGTON. Los numerosos frentes abiertos que sufre EU en materia de política exterior desempeñarán un papel protagónico en los próximos comicios legislativos de noviembre, con el ébola y la amenaza yihadista del Estado Islámico (EI) erigiéndose como nuevas y principales preocupaciones para los ciudadanos.

 

Las elecciones, cuya principal pugna será por el control del Senado, viven unas semanas previas de campaña muy localizadas en los distritos, con los demócratas y los republicanos haciendo puerta a puerta y debates muy centrados en sus comunidades, apenas haciéndose notar a escala nacional.

 

Sin embargo, a falta de un argumento político sobre el que luchar en la esfera pública, como en el pasado fue la crisis económica, los primeros casos de ébola en el país y la cada vez más clara amenaza yihadista empiezan a hacerse un hueco especial en los comicios.

 

Una encuesta revelada esta semana por el periódico The Wall Street Journal y la cadena NBC muestra que la lucha contra los militantes del EI ocupa el tercer lugar entre los temas que más preocupan a los votantes estadunidenses en lo que se refiere a la actividad del Congreso, por encima incluso de la creación de empleo y el bloqueo político que vive Washington.

 

Existe además, según los datos del mismo sondeo, un apoyo creciente al uso de las fuerzas terrestres de Estados Unidos para combatir a los yihadistas, algo que se ha incrementado a medida que la amenaza ha sido más patente en las últimas semanas.

 

Alrededor del 35% de los encuestados considera que la acción militar contra los extremistas suníes debería limitarse a los ataques aéreos, mientras que un 41% dice que la ofensiva debe incluir tropas de combate también.

 

En este sentido, las posturas de republicanos y demócratas no difieren tanto en materia legislativa, pues tanto unos como otros han mostrado su apoyo a la ofensiva del presidente Barack Obama, sin embargo los ciudadanos culpan al mandatario de la situación, y sus índices de aprobación en política exterior se desploman.

 

El brote de Ébola también ha cobrado especial relevancia para los votantes, y es que el 98% de ellos ha escuchado o leído sobre el virus, una cifra que el diario califica como “sin precedentes” en comparación con otros grandes acontecimientos observados por la opinión pública.

 

Sobre la alerta sanitaria, los conservadores han optado por defender una postura mucho más alarmista y han reiterado al mandatario que debe restringir los vuelos procedentes de África Occidental y ser mucho más duro en las medidas de contención de la enfermedad.

 

“Algo raro va a pasar en la noche electoral”, predijo Bill McInturff, el encuestador republicano que dirigió el sondeo junto a demócrata Fred Yang.

 

El presidente bate su propio récord a la baja respecto a la aprobación ciudadana de su agenda diplomática con un 31% de respaldo, sin embargo, el Congreso tampoco se queda atrás, al alcanzar un mínimo histórico del 12%.