Criticado, amado y, sobre todo, solicitado. El Tsuru ha sido pilar en el posicionamiento de Nissan como uno de los principales inversionistas y empleadores del país. Ahora la historia llega a suf in y la verdad es que a mí no me va a hacer falta, pues cuando hablaba de este coche no podía dejar de pensar en lo inseguro que es y en lo peligroso e injusto que era que en México se siguiera vendiendo.

 

“En la industria automotriz mexicana, el Tsuru es uno de los principales líderes de ventas”, comentó Mayra González, presidenta y directora general de Nissan Mexicana. “La mayoría de los mexicanos tenemos alguna historia o anécdota que nos relaciona con el Tsuru. El popular sedán cuenta con un gran grupo de clientes y seguidores, brindando a las familias de nuestro país un medio de transportación de alta calidad, confiabilidad y durabilidaddesde1984”.

 

Ahí sí estoy con Martha: todos tenemos una historia con un Tsuru; unas buenas y otras malas. Nissan también anunció que lanzará una versión especial conmemorativa del Tsuru, la cual se comercializará a partir de marzo de 2017 y sólo mil unidades estarán disponibles. ¡No se amontonen! Con todo respeto, pero ni que lo quisiéramos tanto como al vocho…

 

No se apure, que si usted es dueño de un Tsuru tendrá el respaldo de la marca, que seguirá apoyando a los clientes al ofrecer un completo respaldo para recibir partes y servicio a lo largo del uso y vida de sus vehículos.

 

No hay sustituto

 

Nissan confirmó que aunque no habrá un reemplazo directo para el Tsuru, la compañía dirigirá a sus clientes a que le echen un ojito a modelos como el Versa, que es por cierto el líder de ventas en la industria o si quieren emocionarse tantito más hasta un Tiida… ja, ja, ja. En fin, Nissan haciendo lo que sólo Nissan sabe hacer: vender, vender, vender y vender. Buenos autos los dos mencionados, no crean que los estoy mal mirando.

 

Un aplauso enorme para Nissan que ha decidido dejar de vender uno de los autos más INSEGUROS del mercado, superando el miedo a perder el liderato. Adiós, Tsuru… ¡no te vamos a extrañar!