De acuerdo al más reciente informe sobre educación de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, OCDE, en nuestro país el 24.7% de los jóvenes de entre 15 y 29 años ni estudian ni trabajan.

 

Son los llamados “NiNis” (Ni estudian, Ni trabajan) que -según estos datos publicados para 2011- caracterizan a alrededor de 7.7 millones de jóvenes mexicanos. El porcentaje si bien es estable durante los últimos 14 años, dice la OCDE, no deja de mostrar una “falla estructural” en la raíz del problema. Falla que probablemente se encuentre en el modelo educativo, según parece desprenderse de este reporte precisamente sobre educación que publica el organismo internacional.

 

Sin embargo el concepto de “NiNi”, si bien es mediáticamente atractivo para encabezar portadas de diarios y de noticieros de televisión, no parece aún quedar del todo claro; ni en su definición, ni en su metodología de cálculo.

 

De hecho fue el rector de la UNAM, José Narro, quien en su discurso por el día de la Juventud en 2010 calificó de vergüenza que 7.5 millones de jóvenes mexicanos ni estudien ni trabajen porque “no hay oportunidad para ellos”. En aquel momento Narro Robles señaló que las cifras estaban consignadas en la Encuesta Nacional de la Juventud 2005 en la que 22% de los jóvenes entre 12 y 29 años ni estudian ni trabajan. Narro levantó una polémica que no ha parado hasta nuestros días, por los más de 7 millones de jóvenes mexicanos que al parecer –literalmente- no hacen nada, producto de un sistema que –siguiendo este razonamiento útil para algunos políticos- les ha cerrado las puertas.

 

Creo que el asunto amerita un análisis mayor y menos simplista, antes de arribar a conclusiones a las que, por lo visto en su último informe, también se han plegado los analistas de la OCDE que encabeza José Ángel Gurría.

Vale la pena revisar con cuidado, por ejemplo, un artículo publicado recientemente en la edición enero-abril de 2013 de la Revista Internacional de Estadística y Geografía de INEGI, elaborado por Rodrigo Negrete y Gerardo Leyva (“Los NiNis en México: una aproximación crítica a su medición), en la que cuestionan seriamente la cifra de que en México existen 7 millones de NiNis.

 

De hecho ambos expertos en estadísticas económicas y laborales de INEGI, se aproximan con sus cálculos a una cifra de 3.8 millones, claramente inferior a la que se ha divulgado desde hace tiempo y a la que acaba de dar a conocer la OCDE.

 

Dicen Negrete y Leyva: “Tras la idea de los NiNis subyace no solo una descripción, sino, asimismo, una prescripción: pareciera que los roles sociales aceptables para la población joven en edad de trabajar son únicamente los estudios o el mercado laboral…quienes hacen uso del término…tienen que entender mejor cómo toman decisiones las personas…lo que no deja de ser algo básico es que las personas no disponibles para trabajar dedicadas a los quehaceres del hogar bajo ninguna circunstancia deben ser incluidas de forma sumaria en una cuenta de NiNis, lo que de entrada descarta como dato de referencia a la cifra de 7 millones”.

 

Y concluyen los expertos con un gancho al hígado de los propaladores de estas cifras: “Así, mientras no se hayan tomado en cuenta todo este tipo de consideraciones, los datos que se quieran proporcionar solo competirán por posicionarse en los medios con base en su cruda magnitud, sin tener Ni consistencia, Ni sentido”.

 

El asunto amerita un debate.

 

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