WASHINGTON. Joaquín “EL Chapo” Guzmán Loera, no ha sido segregado o torturado, ni sufre, ni tiene mala salud, como sostiene su equipo legal, dijo el Comisionado del Órgano Administrativo Desconcentrado Prevención y Readaptación Social (OADPRS), Eduardo Guerrero Durán.

 

“Esta persona no ha sido segregada, ni torturada, ni se han violado ninguno de sus derechos. Estamos asegurándonos que cumplimos con la ley”, señaló en una entrevista con The Washington Post.

 

“El Chapo” tiene acceso a familiares, abogados, aire fresco, libros, ajedrez y a la televisión, y puede utilizar una máscara para los ojos para dormir lo que le permite tener una “oscuridad perfecta”, indicó.

 

Guerrero Durán reaccionó así al señalamiento del principal abogado de “El Chapo”, José Refugio Rodríguez, en el sentido de que su cliente tiene problemas para dormir porque las luces de su celda están encendidas las 24 horas y los guardias lo despiertan cuando se tapa el rostro o cruza los brazos.

 

“Las condiciones en las que está siendo detenido son muy drásticas. Es víctima de un tratamiento cruel e inhumano por debajo de los estándares establecidos por las Naciones Unidas. Eso es prácticamente tortura”, dijo el abogado en una entrevista separada con The Washington Post.

 

En respuesta, Guerrero Durán detalló que durante los 65 días de reclusión en Ciudad Juárez, “El Chapo” ha salido al patio en 27 ocasiones por espacio de entre 45 y 75 minutos, dependiendo del clima, ha recibido nueve visitas de sus abogados y ha hablado con sus familiares cuatro veces por teléfono.

 

Asimismo señaló que ha visto a sus familiares en persona en 13 ocasiones adicionales y ha recibido visitas íntimas en dos ocasiones.

 

“El Chapo” tiene permitido además ver una hora de televisión todos los días, ha visto la película “El Juego Perfecto” y ha leído el libro “El Final del Ave Fénix”. Durante su estancia en el penal del Altiplano había leído “Don Quijote de la Mancha”, de Miguel de Cervantes Saavedra.

 

En relación con la salud de Guzmán Loera, Guerrero Durán señaló que ha sido revisado por doctores y enfermeras en 79 ocasiones y su presión arterial se revisa diariamente. Su peso actual es de 167 libras y su presión arterial de 120/80. “No ha perdido ni un sólo gramo de peso”, acotó.

 

Durante la entrevista con el Post, Rodríguez, el abogado de Guzmán Loera, quien encabeza un equipo de 12 defensores legales, incluidos cuatro asignados al proceso de extradición, estimó que la nueva ronda de apelaciones a su entrega a Estados Unidos podría demorar seis meses y todo el proceso alrededor de tres años.

 

Un portavoz del Departamento de Justicia, el cual solicitó el año pasado la extradición de “El Chapo” a Estados Unidos, donde enfrenta seis encausamientos diferentes, dijo al Post que aún no se toma la decisión de dónde será enjuiciado.

 

Aunque la solicitud estadunidense de extradición está basada en dos encausamientos existentes en California y Texas, medios estadunidenses han señalado la posibilidad de que sea enjuiciado en Nueva York.

 

En la entrevista, el abogado de Guzmán Loera señaló que existen dos escenarios posibles. En uno las autoridades de Estados Unidos le ofrecerían un acuerdo de negociación de cargos a cambio de que permanezca tiempo en una prisión de seguridad media y que se declare culpable y coopere, indicó.

 

La otra opción sería arresto domiciliario en caso que el procedimiento de extradición se alargue más de 11 años y el detenido cumpla 70 años de edad, apuntó.

 

“Hasta que tengamos un buen acuerdo (con Estados Unidos) tenemos que seguir luchando aquí en México. No hemos perdido”, dijo el abogado de Guzmán Loera.

 

TPC