Joaquín Guzmán Loera, de acuerdo con reportes de inteligencia, tiene registradas dos fechas de nacimiento, el 4 de abril de 1957 ó 25 de diciembre de 1954, ambas en el poblado Las Tunas, municipio de Badiraguato, Sinaloa. Este sábado, en una operación quirúrgica la Secretaría de Marina y Armada de México lo detuvo sin realizar un solo disparo. La puesta en marcha de esta operación inició en el sexenio del presidente Peña Nieto y es reflejo de su estilo de gobernar orientado a resultados. Si bien esta captura tendrá un impacto de corto plazo en el mercado de las drogas, si no es seguida con acciones de política pública. No se puede negar  que este será un hito histórico en las páginas del combate al narcotráfico y que indudablemente el que merece el reconocimiento es el presidente Peña Nieto y la Marina de México.

 

Peña Nieto debe aprovechar esta oportunidad para incrementar la cooperación e intercambio de información con otros países. Bajo Felipe Calderón, el país fue infiltrado por Estados Unidos, Colombia, China y varios países europeos que buscaban información sobre el crimen organizado, pero no confiaban en las autoridades ya que sabían que si solicitaban información sobre un caso específico, este era de conocimiento de los criminales. Este fenómeno causo que creciera la desconfianza en las autoridades mexicanas.

 

Durante la campaña presidencial pasada la Embajada de México en EU y funcionarios de Felipe Calderón difundieron de manera sistemática la idea de que el PRI llegaría a pactar con el narcotráfico, ya que esto era parte de su estrategia para reducir la violencia. Esta idea de minar la confianza en la nueva administración tuvo efectos y fue reforzada con la puesta en marcha de “la ventanilla única” en Gobernación. La estrategia de “ventanilla única” establecía que cualquier requerimiento de cooperación o información proveniente de un gobierno extranjero debería pasar por un solo canal. Esto si bien tenía el objetivo de ordenar la información y mejorar la coordinación en el gabinete de seguridad causó mucha molestia en varios gobiernos, a lo cual ex funcionarios calderonistas reafirmaron el dicho “se los dije, hay un pacto y no desean que ustedes tengan visibilidad”.

 

Sin embargo, Gobernación tenía razón y el ejemplo es contundente, una mejor coordinación y un aislamiento de los gobiernos extranjeros han sentado las bases para una mejor coordinación que se traduce en resultados del gobierno del presidente Peña Nieto. La captura de El Chapo Guzmán prueba que una coordinación entre gobiernos con un orden y metodología puede ser más eficiente.

 

Hoy existe credibilidad y beneficio de la duda en las instancias de seguridad de México, es cierto que todavía existe corrupción en las filas de la PGR, SSPF, y el Ejército. Pero lo que no dudan es que la administración de Peña Nieto enfrenta al crimen organizado y obtiene resultados, algo que Felipe Calderón nunca pudo hacer y que siempre se dudará de su real intención de ir detrás del Cartel de Sinaloa.

 

El crimen organizado traspasa fronteras y se opera de manera global, donde México es la base de operaciones, pero no el país donde se obtiene el valor agregado del producto. Un kilo de cocaína no tiene la misma utilidad en Perú que puesto en las calles de Milán, Barcelona o Chicago. El Cártel de Sinaloa con su experiencia en el manejo de rutas y logística logró ser la más grande organización criminal a nivel mundial. Es por ello que México debe dar el segundo paso en el ámbito internacional, con orden y bajo el esquema diseñado en el gabinete de seguridad.

 

Si hay esa confianza a nivel internacional los grandes golpes vendrán ahora en el área de lavado de dinero y materia aduanera. Sólo como ejemplo, se sabe que la  mayoría de las propiedades en México y el extranjero de Joaquín Guzmán Loera están registradas a nombre de Socorro García Ocegueda y que un posible prestanombres está bajo el nombre de Ignacio Burgos Araujo y/o Hernán Merino. Estas pueden ser nombres o identidades ficticias, y deberán ser investigadas en México y el extranjero.

 

Posdata: ¿Por qué no se ha pronunciado el gobernador de Sinaloa?