A principios de mes, la noticia de Rahul, un bebé que se prendía fuego a si mismo acaparó las noticias en la India.

 

Y es que durante sus apenas dos años y medio, el pequeño ha ingresado cuatro veces al hospital tras haber sido encontrado por sus padres roedeado de llamas, sin conocer el origen del fuego.

 

Los médicos del Hospital Kilpauk de la ciudad de Madrás en donde ha sido atendido, están investigando el caso y sospechan que se puede tratar de un fenómeno de combustión espontánea humana. Uno de los pediatras que le atienden piensan que el pequeño puede estar emitiendo, a través de sus poros, un gas que entra en combustión al contacto con la atmósfera, según informó el Times de India.

 

Sin embargo, esta extraña enfermedad es muy debatida dentro de la comunidad científica. Para la mayoría de médicos, un caso así es imposible que ocurra más allá de los relatos de ciencia ficción y de las leyendas urbanas, por lo que la mayoría de los médicos se han pronunciado por que las causas de la combustión espontánea de Rahul se deban a un caso de maltrato.

 

Y es que después de realizarle varios estudios que incluyen desde análisis de las muestras de sudor, orina y sangre hasta analizar sus órganos para ver si ha habido maltrato, se determinó que el bebé está completamente sano.

 

combustion

Foto. Especial

 

Según su papá, la familia lo ha perdido todo motivado a la condición de su hijo, pues asegura que han sido víctimas de la exclusión por parte de la sociedad.

 

Un dato “curioso” es que Rahul no presenta quemaduras en la espalda, por lo que los médicos creen que esto se debe a que como estaba acostado, esta parte del cuerpo no estaba en contacto con el aire.

 

Así que aunque el pequeño se recupera de sus quemaduras y podría salir del hospital la próxima semana, los médicos se encuentran en un dilema, pues no han encontrado nada anormal en su organismo, ni muestras de abuso.

 

Una teoría al respecto es que este tipo de “padecimientos” en realidad se deben al llamado “wick effect” o “efecto mecha” por el que la ropa de una persona funciona como mecha y la grasa corporal actúa como combustible que podría reducir el cuerpo a cenizas.

 

De hecho, en 2011, en Irlanda, un hombre fue declarado muerto por combustión espontánea humana, en una decisión que fue muy controversial para las cortes locales.

 

 

En 2012, un artículo publicado en New Scientist, de la autoría de Brian J. Ford, un biólogo, consideró que los altos niveles de acetona en el cuerpo podrían causar una posible combustión humana.

 

En los últimos 300 años apenas se han registrado 200 casos de combustión espontánea humana, algo que ha complicado un correcto estudio del fenómeno por lo que el caso de este niño indio podría suponer una luz para esta rara enfermedad.

 

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