El próximo año México perderá su buque de guerra de mayor potencia de fuego y nave insignia de la Fuerza Naval del Pacífico: el ARM Netzahualcóyotl (D-102), un destructor clase “Gearing” con armamento que le permite atacar desde aviones hasta submarinos. El motivo: múltiples fallas y sistemas obsoletos que vuelven poco rentable su mantenimiento.

 

Cuando la Armada retire la nave será prácticamente el fin de su flota de destructores, el ala más poderosa de los buques de guerra con los que cuenta. Sólo quedará en funcionamiento, aunque también en planes de ser retirado, el destructor ARM Manuel Azueta, de la Fuerza Naval del Golfo.

 

Mandos de la Secretaría de Marina Armada de México (SEMAR) confirmaron a 24 HORAS que este año se realizó una última inspección de los sistemas mecánicos, hidráulicos y electrónicos del Netzahualcóyotl, el cual cumplirá casi 70 años de antigüedad, en un intento por elaborar un plan que permitiera mantenerlo en funcionamiento bajo condiciones aceptables de seguridad y operatividad.

 

“Lamentablemente se concluyó que el mantenimiento de este buque ya no era rentable. Su estructura es fuerte, pero los sistemas tienen ya varias décadas. Hay que recordar que fue construido en la época de la Segunda Guerra Mundial. En resumen se trata de un destructor que ya se ha quedado obsoleto”, comentó un almirante.

 

Lo que aún no se define es el destino final del Netzahualcóyotl, pues la Armada no quiere que uno de sus buques insignia sea convertido en chatarra como paso con el buque Durango.

 

Una de las opciones que se analiza es hundirlo, como se hizo la década pasada con el ARM Quetzalcóatl, para que se convierta en un arrecife natural y banco de especies marinas.

 

La función convencional del ARM Netzahualcóyotl, como el buque de guerra más poderoso del Pacífico mexicano, es la navegación disuasiva, pero también es utilizado en misiones de entrenamiento contra el narcotráfico y anualmente navegaba hasta la costa de San Francisco.

 

Poderoso, pero viejo

 

El ARM Netzahualcóyotl (D-102) es un buque mexicano por “naturalización”, no por nacimiento. Fue construido por la Armada de los Estados Unidos en 1944 y botado el 13 de febrero de 1945, en la recta final de la II Guerra Mundial, bajo la denominación USS Steinaker (DD-863). En 1982 fue comprado y rebautizado por México.

 

Se trata de un buque de guerra tipo destructor clase “Gearing”, los cuales se caracterizaban sobre sus antecesores, por ser más largos y rápidos, y convertirse en auténticas plataformas antiaéreas y antisubmarinas.

 

Su armamento permite atacar objetivos en el aire y en profundidades. Cuenta con 4 cañones de 127 milímetros en dos torretas dobles, una lanzadera de misiles antisubmarinos ASROC, cargas de profundidad y morteros antisubmarino, y 5 ametralladoras de 50 milímetros.

 

Sin embargo, es una clase obsoleta desde hace más de 30 años. Los Estados Unidos ya desarrollaron seis evoluciones de los destructores luego del “Gearing”, con mayor potencia, misiles dirigidos, blindaje “stealth”, entre otros. Armadas como las de Argentina y Brasil tienen destructores más recientes.

 

Piden nuevos destructores

 

Una vez que el ARM Netzahualcóyotl sea dado de baja se sumará a la lista de otros destructores que fueron retirados: el ARM Cuauhtémoc, ARM Cuitláhuac, y ARM Quetzalcoatl. El único que permanecerá útil es el destructor ARM Manuel Azueta de la Fuerza Naval del Golfo, aunque su retiro también se prevé para antes del 2016.

 

Autoridades de la SEMAR indicaron a este diario que la Comisión de Estudios Especiales de la Armada ya entregó al presidente Enrique Peña Nieto un proyecto a largo plazo para la adquisición de al menos dos nuevos destructores, aunque no hay aún algún presupuesto aprobado por el momento.

 

Se trataría de buques construidos con superestructuras de aluminio que, aunque ofrecen menor protección que el acero, son más maniobrables y rápidos.

 

La justificación para adquirir estas naves, según los mandos consultados, es que se requiere de naves con capacidad disuasiva de envergadura para la protección territorial.

 

Sin los destructores, la rama de barcos de guerra de la SEMAR sólo contará con cinco fragatas y tres buques de guerra anfibia.

 

El Durango, trágico final

 

En el 2001 la Armada dio de baja al cañonero “Durango”, buque construido en astilleros españoles por encargo de México y que tuvo casi siete décadas de servicio. Además de múltiples misiones de vigilancia y transporte, llevó  la antorcha olímpica en 1968.

 

El gobierno de Sinaloa prometió que convertiría al “Durango” en un museo flotante en el puerto de Mazatlán, por lo que la SEMAR se los donó.

 

Sin embargo, en el 2009 la administración estatal vendió el buque a un particular y fue convertido en chatarra en el Puerto de Mazatlán. El estado de Durango quiso reclamar la nave homónima, pero la solicitud fue negada.

 

En la Marina indicaron que se buscará garantizar que el ARM Netzahualcóytl no tenga este trágico final.

 

DATO

 

Los Destructores son en el siglo XXI los mayores buques de combate utilizados, con capacidad hasta de transportar armamento nuclear. Los acorazados y cruceros, que eran más grandes pero lentos, cayeron en desuso por el cambio de dinámica de la guerra convencional.

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