Comienza uno de los torneos más esperados para la afición del balompié. Se trata de la Champions League o Liga de Campeones de Europa, fundada en 1955 y donde siempre hemos visto a los mejores equipos del Viejo Continente disputar el trofeo más deseado del mundo a nivel clubes: La orejona.

 

Regularmente hablamos de los mejores jugadores, los equipos que son candidatos a ganar el torneo, los uniformes más bonitos, los tenis más vendidos o con el mejor diseño, pero pocos se fijan en lo más importante: el balón. Sin él, no existiría el futbol.

 

A lo largo de los años han existido diferentes tipos. Unos han causado polémica, otros han destacado por su gran desempeño, otros por su extravagancia y, lógicamente, también están los que simplemente pasaron desapercibidos.

 

Si nos remontamos al año 2002, en el Mundial de Corea-Japón, nos encontramos con el primer balón que tuvo un diseño completamente diferente a lo que se había visto en Mundiales anteriores. El Fevernova, como fue llamado este balón, fue fabricado con materiales que permitieron una mejor trayectoria y mayor precisión a la hora de estar en el aire.

 

Posteriormente llegó el Teamgeist para la Copa del Mundo de Alemania 2006 y el Teamgeist Berlín, ambos hechos con los mismos materiales; sin embargo, este último fue utilizado exclusivamente en la Final del torneo, y se distinguía por tener los colores dorado y blanco.

 

Sin lugar a dudas, el balón más polémico de la historia de los mundiales ha sido el Jabulani, que contaba con una superficie de supercarbonato capaz de repeler la humedad. Su característica más notable era su textura superficial, pues contaba con pequeñas rayas verticales y horizontales supuestamente para darle una mayor precisión a la hora de pegarle; sin embargo, la velocidad que adquiría hizo casi imposible que los porteros pudieran detener el balón, argumentando en varias ocasiones que éste se movía demasiado.

 

En los torneos de la Champions League la historia ha sido un poco diferente, pues el diseño exterior de estrellas abrazando la esférica no ha cambiado desde que la marca Adidas es la encargada de fabricarlo. Sin embargo, la composición del mismo ha sido similar a los que se han utilizado en los Mundiales, pero con ligeras modificaciones y mejoras que han ido surgiendo con el paso del tiempo.

 

Actualmente, el reto de la marca Adidas ha sido tematizar de algún modo el exterior de los balones de Champions sin comprometer las clásicas estrellas representativas del torneo, lo que ha provocado que sean las mismas estrellas las que tomen el concepto deseado por la marca.

 

Por ejemplo, el balón más reciente (presentado durante el sorteo de la UEFA Champions League 2017-2018), el Adidas Finale 17, está inspirado en una tormenta, por lo que las estrellas que lo rodean son azul obscuro con destellos en blanco, simulando un rayo de electricidad similar al de una tormenta eléctrica.

 

Los jugadores que disputan La orejona son como los materiales de un balón de este torneo: cambiarán con el paso del tiempo, habrá mejores jugadores en el campo y mayor tecnología en las fábricas de Adidas, días en los que los jugadores salgan sin aire después de haberlo dado todo al igual que un balón después de haber sido golpeado por los protagonistas. Pero lo que hace diferente a un balón de Champions League al resto, es que éste siempre estará rodeado de estrellas.

 

SUS CARÁCTERÍSTICAS

  • Superficie térmicamente garantizada, sin costuras, para una trayectoria más predecible y mejor agarre.
  • Producido con materiales de gama alta que le proporcionan un desempeño perfecto en el campo de juego.
  • Aprobado por la FIFA en pruebas de circunferencia, peso, rebote y absorción de agua.
  • Cámara de aire de butilo para una mejor retención de aire.
  • Superficie hecha 100% de poliuretano termoplástico.

 

caem