El presidente ruso, Vladimir Putin, ordenó crear una red unificada de bases navales en las costas del Ártico con el fin de defender los intereses rusos en esa zona, donde el acelerado deshielo ha puesto al descubierto una gran riqueza petrolera a cuyo control aspiran también Estados Unidos y  otros países.

 

En agosto del año pasado, un análisis publicado por The Center for Climate and Security, que investiga los riesgos del cambio climático, advertía que aunque Estados Unidos y Rusia han compartido el Ártico desde que Alaska se integró a la Unión Americana en 1867, los efectos del cambio climático podrían llevar a las dos potencias a fuertes tensiones.

 

Por lo pronto, la víspera el presidente ruso anunció el reforzamiento militar en la zona: “Se trata de crear un sistema unificado de bases navales para buques y submarinos de nueva generación en nuestra porción del Ártico”.

 

“Las instalaciones de extracción de gas y petróleo, las terminales de carga y las tuberías deben ser protegidas de manera fiable de los terroristas y de otras amenazas potenciales”, justificó.

 

Rusia ya reabrió el pasado año la base militar situada en las islas de Novosibirsk, en el Océano Glacial Ártico, y tiene previsto hacer lo mismo en otros puertos y aeródromos cerrados tras la caída de la URSS por falta de fondos.

 

Putin, que considera que el Ártico es “parte inalienable” del territorio ruso, ordenó hoy al Gobierno que elabore un programa de financiación social y económica de la región que entraría en vigor a partir de 2017 y concluiría en 2020.
En su opinión, el interés de la comunidad internacional en el Ártico aumentó a pasos agigantados, por lo que Rusia debe coordinar sus pasos en esa región a través de un solo organismo estatal.

 

“Cada vez más a menudo nuestros intereses chocan con los intereses de otros países. Por eso, en este contexto, debemos tomar medidas para no quedarnos atrás, conservar la influencia rusa en la región y adelantarnos a nuestros socios”, destacó.

Recordó que, según los expertos, la plataforma continental ártica acoge casi una cuarta parte de los recursos energéticos del planeta, mientras el Ártico ruso alberga 1.6 billones de toneladas de hidrocarburos.

 

Y pronosticó que para 2015 el volumen de transporte a través de la ruta marítima ártica, alternativa al Canal de Suez, ascenderá a 4 millones de toneladas, por lo que llamó a acelerar la construcción de rompehielos, tanto atómicos como de combustible diesel.

 

Por todo ello, instó a defender ante los organismos internacionales, como la ONU, la soberanía nacional sobre cada territorio ruso en la región, sea en la plataforma continental o en el mar.