El estado de Texas ejecutó la noche de este miércoles mediante inyección letal al mexicano Rubén Ramírez Cárdenas, en un nuevo desacato a la justicia internacional y sin atender las recomendaciones y súplicas de organismos de derechos humanos y del gobierno de México.

 

La ejecución, que estaba programada para las 18:00 hora local (00:00 GMT), se efectuó con un retraso de más de cuatro horas, mientras la Suprema Corte de Justicia de Estados Unidos revisaba las últimas apelaciones que interpusieron los abogados del reo en los postreros intentos por salvarle la vida.

 

El mexicano, de 47 años de edad, originario de Irapuato, en el central estado mexicano de Guanajuato, fue declarado muerto a las 22:26 hora local (04:26 GMT del jueves), minutos después de que se le administrara la dosis letal de drogas en la cámara de la muerte de la Unidad Carcelaria Walls, en la comunidad de Huntsville.

 

La defensa del mexicano interpuso dos apelaciones de última hora ante la Suprema Corte, que mantuvieron en suspenso su ejecución.

 

La primera de las apelación, sustentada en un documento de más de 20 páginas, pedía realizar nuevos análisis de ADN a evidencia física, mientras que la segunda exponía técnicamente por qué se debía proceder a un nuevo análisis de ADN.

 

Ramírez Cárdenas fue sentenciado a muerte por la violación y muerte de su prima hermana Mayra Azucena Laguna, de 16 años de edad, cometidas el 22 de febrero de 1997 en la comunidad de Edinburg, en el sur de Texas. (Con información de Notimex)

 

JMSJ