El grupo yihadista Estado Islámico (EI) “va a cambiar la historia borrándola”, afirma el danés Morten Storm, ex militante de Al Qaeda, en entrevista con Efe.

 

Storm, protagonista del libro “Mi vida en Al Qaeda. La historia del yihadista danés que espió para la CIA” (Península), escrito por los periodistas Paul Cruickshank y Tim Lister, señala que el actual conflicto en Oriente Medio, en particular en Siria e Irak (uno de cuyos actores principales es el EI), “no es una simple guerra regional”, sino “una guerra por nuestra supervivencia”.

 

En el libro Storm, de 39 años, relata su experiencia personal y la espiral en la que se ve inmerso desde que a los 16 años es un muchacho desarraigado (“un pollo sin cabeza”, dice) que se integra en una pandilla de motociclistas en Dinamarca, hasta que se convierte al islam, se fanatiza y termina militando en Al Qaeda, de donde sería reclutado por la CIA.

 

Storm afirma que, desde el punto de vista programático y de actuación, “el EI es un enemigo muy honesto. Por sus creencias y por sus acciones se limitan a seguir su doctrina”, basada en una interpretación extrema del rigorismo islámico, y, en consecuencia, “a ejecutarla”.

 

El danés se muestra muy crítico con los políticos occidentales, a los que califica de “cobardes” en el modo de abordar el combate al yihadismo.

 

“Tenemos unos líderes cobardes, que no tienen ni idea de este problema ni saben cómo abordarlo. Carecen de una estrategia” sobre el modo de combatir al EI, mientras que -señala con un punto de sarcasmo- el presidente ruso, Vladimir Putin, “sí la tiene”.

 

Occidente se limita “a seguir con la guerra sin encontrar soluciones. Ya se fracasó en la lucha contra Al Qaeda y ahora está pasando lo mismo con el EI”, afirma Storm.

 

En opinión del exyihadista danés, “el EI cree en sus valores, en aquello que defiende y por lo que mata. Nosotros no creemos en los nuestros”, de ahí la dificultad de abordar esta lucha, incluso también en el terreno de la propaganda.

 

Por ello, subraya, no es cierto cuando se afirma que el EI dispone exclusivamente de 50,000 combatientes, sino que “está controlando a millones; cuenta con millones de potenciales combatientes”.

 

Storm destaca un aspecto que, en su opinión, muchas veces se difumina en Occidente, como es el del apoyo con que cuenta el Estado Islámico en las zonas bajo su control, suscitado por una mezcla de desconocimiento del exterior, pobreza y odio hacia aquellos que las atacan y bombardean indiscriminadamente.

 

En este sentido indica que “la gente apoya al EI en las zonas bajo su control. Si no fuera así, el EI no estaría allí; para las gentes de esas zonas, su presencia es como una liberación”, no es un mero grupo violento y expeditivo.

 

Ello se explica, según Storm, porque, además de las imágenes de terror con todo tipo de castigos corporales y ejecuciones perfectamente grabadas y distribuidas por la red, el Estado Islámico responde de modo coherente a su denominación y también establece una estructura (o superestructura) estatal, en la que no faltan los servicios asistenciales.

 

Storm incide en que los medios occidentales “tienen que entender que hay un problema con el islam, que hay que solucionar”.

 

Retomando el significado literal de la palabra “Islam” (Sumisión a Dios) Storm afirma que, en la actualidad, la corriente principal del islam es política (un aspecto por otro lado inherente a esta religión). De este modo, “no se puede cuestionar nada. Uno tiene que ser sumiso”.

 

“En mi opinión, y con lo que sé después de lo que he vivido, el islam, más que una religión, es una ideología totalitaria y supremacista”, en la que se ha producido una deriva radical que pone en peligro a las corrientes islámicas moderadas, así como a otras minorías (como los yazidíes, entre otros) “a los que el EI va a exterminar”.