TOKIO. El Gobierno de Japón expresó hoy su condena ante el supuesto audio colgado en internet del rehén japonés Kenji Goto en el que afirma que su compañero de cautiverio, Haruna Yukawa, fue ejecutado por los yihadistas de Estado Islámico (EI).

 

EL primer ministro japonés, Shinzo Abe, calificó de “acto violento imperdonable” el asesinato de Yakawa y pidió la liberación inmediata de Goto.

 

El Gobierno de Japón ha convocado una reunión de emergencia en la sede del Ministerio de Exteriores, con la asistencia del primer ministro y otros miembros del Gabinete.

 

La reunión comenzó a la 1:10 horas local (10:00 horas Ciudad de México) con el fin de analizar la situación y estudiar medidas el respecto , y se espera que el primer ministro haga una declaración cuando finalice el encuentro.

 

En la grabación, difundida en Twitter por supuestos simpatizantes del EI y cuya autenticidad no pudo ser comprobada, aparece una fotografía de Goto sosteniendo una instantánea de Yukawa, presuntamente degollado, que acompaña el audio.

 

Durante su supuesta alocución, que, según el EI, ha sido recibida por el Gobierno nipón y la familia de Goto, el periodista secuestrado explica en inglés que lo que enseña es una fotografía de Yukawa “asesinado en la tierra del califato islámico”.

 

“Hasta el final”

 

Horas antes, Japón había prometido este sábado que no renunciaría “hasta el final” a los esfuerzos por rescatar a dos prisioneros amenazados de ser decapitados por milicianos islámicos que exigieron 200 millones de dólares como rescate, después de que se cumplió el plazo sin noticias de los captores y sus víctimas.

 

Milicianos afiliados al grupo Estado Islámico subieron a internet una advertencia el viernes por la tarde de que “la cuenta regresiva ha comenzado”, amenazando con matar a Kenji Goto, de 47 años, y Haruna Yukawa, de 42. Los extremistas le dieron al primer ministro japonés Shinzo Abe, 72 horas para pagar el rescate y el plazo expiró el viernes.

 

La advertencia, que apareció en un foro popular entre milicianos de Estado islámico y simpatizantes, no mostró imágenes de los rehenes, que se cree están retenidos en algún lugar de Siria.

 

Yasuhide Nakayama, un viceministro de relaciones exteriores enviado a Amán, Jordania, dijo que trabajaba contra el reloj para coordinar los esfuerzos de salvar a los rehenes.

 

“No descartaremos ninguna posibilidad y estamos verificando toda la información de forma exhaustiva”, dijo. “No renunciaremos. Creo que es mi deber asegurar que definitivamente podamos llevarlos a casa y haré todo lo que pueda para lograrlo”.

 

Sin embargo, este sábado seguía incierto el destino de ambos hombres.

 

El portavoz del gobierno nipón Yoshihide Suga dijo que Japón estaba analizando el mensaje del viernes.

 

“La situación sigue siendo grave, pero estamos haciendo todo lo que podemos para obtener la liberación de los dos rehenes japoneses”, dijo Suga. El portavoz dijo que Japón está empleando todos los canales a su alcance, inclusive contactar con jefes tribales en la zona, para intentar localizar a los captores.

 

No ha habido contacto directo con los captores, añadió.

 

Abe se reunió el viernes con el Consejo Nacional de Seguridad para tratar la crisis. El vocero del gobierno Kenko Sone dijo que Japón no tenía planes de intentar una misión de rescate y agregó que su Constitución pacifista impide todo ataque preventivo, incluso bajo la nueva interpretación adoptada el año pasado que expande el papel militar de la nación.

 

Los feligreses de la mayor mezquita de Tokio ofrecieron el viernes plegarias por los dos rehenes. “Todos los musulmanes en Japón deseamos que los rehenes japoneses se salven”, afirmó Sandar Basada, un trabajador turco.

 

La madre de Goto hizo una emotiva exhortación a las autoridades. “El tiempo se acaba. Por favor, gobierno japonés, salva la vida de mi hijo”, reclamó Junko Ishido. “Mi hijo no es un enemigo del Estado Islámico”.

 

Ishido dijo que estaba asombrada y disgustaba al enterarse por boca de su nuera que Goto había viajado a Siria menos de dos semanas después que nació su hijo en octubre para tratar de rescatar a Yukawa.

 

Las autoridades japonesas no dijeron directamente si consideraban pagar un rescate. Japón se ha sumado a otras naciones industriales en el Grupo de los Siete en oponerse al pago de rescates. Funcionarios estadounidenses y británicos dijeron que le aconsejaron no pagar.

 

DEC