RÍO DE JANEIRO. La economía brasileña, la mayor de América Latina, se contrajo un 0.6 por ciento en el segundo trimestre en comparación con el primero y, tras acumular dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo, entró técnicamente en recesión, informó hoy el gobierno.

 

El Producto Interior Bruto (PIB) ya se había contraído en un 0.2 por ciento en el primer trimestre respecto a los últimos tres meses del año pasado, según los datos revisados divulgados hoy por el estatal Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas (IBGE).

 

La contracción de la mayor economía latinoamericana en el segundo trimestre fue aún mayor en comparación con el mismo período del año pasado, al llegar al 0.9 por ciento.

 

Ante el mal resultado del segundo trimestre, el crecimiento acumulado en los seis primeros meses del año en comparación con el mismo período de 2013 se redujo al 0.5 por ciento, tras haber sido del 2.7 por ciento en los seis primeros meses del año pasado.

 

Igualmente, el crecimiento acumulado en los últimos doce meses, hasta junio, bajó al 1.4 por ciento, tras haber sido del 2.5 por ciento hasta marzo.

 

Los datos divulgados por el organismo oficial confirmaron los temores de los economistas, que ya preveían una contracción de la economía en el segundo trimestre a partir de indicadores negativos divulgados previamente y que mostraron una fuerte caída en la producción de la industria y en las ventas del comercio.

 

El Banco Central igualmente había divulgado un índice que utiliza para anticipar el comportamiento del PIB y en el que admitió que la contracción en el segundo trimestre podría llegar al 1.20 por ciento, el doble de la realmente registrada.

 

La producción de las fábricas sufrió una fuerte caída en junio debido a los numerosos días festivos decretados durante el Mundial de fútbol organizado por Brasil.

 

Antes del Mundial, la economía ya tenía dificultades por el aumento de la inflación, que redujo el poder adquisitivo de las familias y obligó al organismo emisor a elevar la tasa básica de interés hasta el 11 por ciento anual, su mayor nivel en tres años y medio.

 

El aumento del costo del dinero, por su parte, redujo las inversiones e hizo caer la confianza de los empresarios a sus niveles más bajos en varios años.

 

Los números divulgados hoy refuerzan el pesimismo de los economistas de los bancos privados, que desde hace trece semanas vienen reduciendo su previsión para el crecimiento de la economía brasileña este año y la ubicaron ahora en el 0.70 por ciento.

 

El gobierno, más optimista, espera un crecimiento de cerca del 2.0 por ciento, en tanto que el Banco Central redujo recientemente su previsión al 1.60 por ciento.

 

Todas las proyecciones, independiente de la recesión técnica registrada en el segundo trimestre permiten prever para este año una fuerte desaceleración tras la ligera recuperación de 2013. Tras haber crecido un 7.5 por ciento en 2010, el avance de la economía brasileña fue del 2.7 por ciento en 2011, de sólo el 1 por ciento en 2012 y del 2.5 por ciento en 2013.

 

Según el IBGE, la contracción económica en el segundo trimestre fue causada principalmente por la industria, cuya producción se redujo en un 1.5 por ciento en la comparación con el primer trimestre, mientras que la del sector servicios se redujo un 0.5 por ciento y la de la agropecuaria creció un 0.2 por ciento.

 

La industria también se sumo al mal resultado en comparación con el segundo trimestre de 2013, con una caída del 3.4 por ciento, mientras que la producción agropecuaria se estancó y la del sector servicios creció un 0.2 por ciento.

 

La contracción no fue mayor debido a que el consumo de las familias, principal motor de la economía brasileña en los últimos años gracias a la reducción de la pobreza y del desempleo y al aumento de la renta, creció un 0.3 por ciento frente al primer trimestre y un 1.20 por ciento en comparación con el segundo trimestre de 2013.

 

El mal resultado trimestral también se debió a la caída del 5.3 por ciento en las inversiones en el segundo trimestre frente al primero y del 11.2 por ciento en comparación con el mismo período de 2013.  DM