Dos hechos marcarán este día el futuro del país y la credibilidad en las instituciones: la extradición de Javier Duarte y la decisión del INE –ahora sí- sobre las elecciones en Coahuila.

 

En el primer asunto, lo que está por verse es si existe un tipo de acuerdo con el ex gobernador de Veracruz, al que no se le aplicaría “justicia y gracia’’, y no sólo justicia a ciegas.

 

Duarte será entregado hoy, a las nueve de las mañana, por autoridades guatemaltecas, en un proceso que se aceleró no sólo porque el veracruzano se allanó a las dos peticiones de extradición en su contra, sino porque hubo amenazas a su vida en la cárcel en la que se encontraba.

 

Será traído este lunes a territorio nacional, pero no habrá –o al menos eso se planeó- contacto con la prensa.

 

En la otra pista estará el Instituto Nacional Electoral (INE) que reanudará, a las 10 de la mañana, la sesión suspendida el viernes para estudiar nuevas pruebas o “engroses’’ presentados por los partidos políticos sobre la elección en Coahuila.

 

La suspensión de la sesión en la que se determinaría si el PRI y el PAN rebasaron el tope de campaña permitido y, en consecuencia, la anulación o no de la elección, alentó en los partidos de oposición al tricolor la idea de que se prepara un cambio en el dictamen original.

Tuvo que ser el propio presidente del INE, Lorenzo Córdova, quien aclarara que los “engroses son marginales, son menores y, en todo caso, no son ningún albazo, sino elementos para la discusión de cara al reinicio de la sesión’’.

 

Ayer, el INE precisó que los engroses son “una propuesta de cambios puntuales a estos dictámenes realizados a partir de la aplicación de criterios determinados en la Comisión de Fiscalización el 6 de julio, tras la revisión y discusión de los dictámenes y resoluciones’’.

 

Es decir, que lo que está por verse es cómo la Comisión de Fiscalización cambiará los criterios para determinar si, por ejemplo, la contabilidad sobre los pagos –o no- a los representantes de casilla impacta en el documento sobre el rebase del tope de campaña.

 

¿Qué es lo que propició esta reconsideración? Se entiende que nueva documentación presentada por los partidos políticos, sobre el todo el PRI, que resultó ganador de la elección.

 

Las dudas acerca de la imparcialidad de la resolución del INE surgieron el viernes –alentadas por las opiniones de los partidos de oposición- cuando se determinó sancionar al PRI por la entrega de tarjetas en la campaña y se le exentó por el mismo hecho en el Estado de México.

 

Dos hechos distintos que ponen en el ojo del huracán la impartición de justicia en el país.

 

 

Pasado mañana debería arrancar en todo el país el llamado Sistema Nacional Anticorrupción (SNA) con la agravante de que aún no tiene cabeza.

 

Como es sabido, en el Senado no se ponen de acuerdo para designar al fiscal que encabece el SNA.

 

Se moverá, sí, pero como serpiente decapitada.

 

caem