El ex gobernador de Veracruz, Javier Duarte, quien  lleva 12 días recluido en el penal de Matamoros, en Guatemala, recibió su primera visita familiar el sábado 22 de abril.

 

“Como cualquier recluso tiene derecho a visita de familiares y de sus abogados; tuvo una visita de carácter familiar el día sábado. En cuanto a visitas conyugales, no tenemos ninguna solicitud”, comentó Rudy Esquivel, vocero de la Dirección General del Sistema Penitenciario de Guatemala, en una entrevista con 24 HORAS.

 

Sobre la visita que tuvo el ex gobernador, el vocero aseguró que “el nombre del familiar no es público, es un derecho de cualquier interno (el reservarlo). Los protocolos son por seguridad”, aunque confirmó que la visita no fue por parte de ella.

 

Respecto a las peticiones del ex mandatario estatal, como un colchón, convivencia con los otros internos y hacer ejercicio, las cuales se dieron a conocer a través de una carta difundida en redes sociales, el vocero explicó que ese documento lo presentaron los abogados del veracruzano el martes, a las 11:20 horas, y se le colocó el sello de recibido.

 

Señaló que es un proceso que se efectúa diariamente por parte de diferentes reclusos, quienes están en su derecho, por medio de sus representantes legales.

 

“Únicamente los abogados hicieron la solicitud  por la misma vía y la dirección (del penal) va a determinar si procede o no. Lo que se solicita no lo contempla ninguna ley; sucede que el centro de detención tiene reglas específicas y que se apruebe, o no, depende de la dirección. Hasta el día de hoy no hay ninguna respuesta para las personas que hicieron la solicitud”, detalló Esquivel.

 

Señaló que todos los internos cuentan con lo indispensable para su estadía. “Lo básico: cama (plancha de cemento), colchoneta, sabana afelpada, agua para duchas y sanitario”.

 

En cuanto a la dieta del ex mandatario, a quien se le acusa de diversas operaciones con recursos de procedencia ilícita, efectuar contratos a empresas fantasmas y utilizar prestanombres para transferir recursos públicos.
Esquivel dijo que su dieta es igual a la de los demás internos y consiste en raciones de arroz, frijoles, huevos ahogados, carne, tortilla o pan, y un pedazo de pollo cada tercer día. Cuando se permite también dan café o atole.

 

“No hay ninguna variante, es el mismo menú preparado por los del reclusorio (trabajadores). Obviamente tiene un costo de 10 quetzales con 90 centavos (28.47 pesos), las tres veces al día”, manifestó.

 

Indicó que la empresa que contratan tiene que garantizar los tres alimentos y  es de bajo costo debido a la necesidad de alimentar a 21 mil 894 reclusos en el país.

 

aarl