La debacle del Partido Acción Nacional, que significó la pérdida de la Presidencia y dos gubernaturas que estaban en su poder desde 1995 y 2000, Jalisco y Morelos, son reflejo de una crisis que ya se venía incubando desde tiempo atrás, asegura Carlos Medina Plascencia, el primer gobernador panista que tuvo Guanajuato en los 90.

 

“Tenemos un partido en el que actualmente estamos en el chambismo, en donde actualmente hay una vertiente de grupismo, de amiguismo, de cooptación interna del propio partido para lograr las candidaturas, olvidando que el principio del PAN es formar ciudadanos, olvidando que las propuestas de Acción Nacional están enfocadas al beneficio de la sociedad y no al beneficio personal”, explica el también ex diputado y senador.

 

Medina Plascencia asegura que Acción Nacional se alejó de los principios y que es necesario abrir el partido para lograr una selección de candidatos con un “mayor sustento social” que permita tener candidaturas con mayor apoyo.

 

La secretaria del partido, Cecilia Romero, explica que los procesos democráticos internos fueron muy largos y afectaron la competitividad de Acción Nacional, ya que PRI y PRD venían construyendo a sus candidatos desde varios años atrás.

 

Para solucionar la crisis del partido, el Presidente de la República, así como varios ex dirigentes enviaron a la reunión del Comité Ejecutivo Nacional una carta planteando una “refundación” del instituto. La firmaron Felipe Calderón, Luis H. Álvarez, Luis Felipe Bravo Mena, Germán Martínez y César Nava y convocaron al CEN a realizar una asamblea nacional extraordinaria antes de que termine el año.

 

Entrevistados por 24 HORAS, los panistas señalan que la derrota es responsabilidad conjunta del partido, el equipo de campaña y los gobiernos panistas.

 

Uno de los mayores errores del gobierno federal, que explican la pérdida del poder, coinciden Medina Plascencia y Alberto Cárdenas, el primer gobernador surgido de la oposición en Jalisco, es la incapacidad del gobierno de explicar a la ciudadanía las razones por las cuales fue necesario iniciar la lucha contra el narcotráfico.

 

“A nivel nacional faltó contar mejor la película de lo que hemos hecho bien para el país… Nos faltó armar una buena película, que si bien no sacara un Óscar, se ganara un Ariel, un buen premio, para que de esta forma los ciudadanos conocieran las bondades de los gobiernos panistas. Nos faltó eso, platicar la historia, y más bien estuvimos a la defensiva”, asegura Cárdenas.

 

Pero el jalisciense, quien ahora impugna los resultados en la elección para alcalde de Guadalajara, que perdió, afirma que además de los aciertos y desaciertos en la campaña del PAN, debe anotarse que el candidato ganador no sale “bien librado”, porque su victoria se achaca a la compra y coacción de voto por parte del PRI.

 

“El PRI se metió muy de fondo con las familias más necesitadas de México a las que les llevó la compra del voto, en donde se metió como humedad y llegó a conectar con un porcentaje muy alto de gente”, lamenta.

 

Pero también reconoce las deficiencias tanto de gobiernos panistas como del propio partido. “Lo que el gobierno federal pudo haber hecho, lo que los gobernadores panistas dejaron de hacer y quizá pesó más que sus aciertos, todo eso se junta con el tipo de campañas que llevamos los candidatos, la escasez de recursos que tuvimos para enfrentar esta elección, los procesos de selección interna que fueron muy desgastantes. Todo esto cuenta”, explica.

 

Medina explica que dentro de Acción Nacional ahora hay reclamos de culpas y reproches propios posteriores a la derrota. Pero la oportunidad de renovarse deberá realizarse a través de una revisión profunda y una modificación de los estatutos del partido para encontrar una solución de fondo a los problemas. “De no atacarlos de raíz sí existe un riesgo de seguir mimetizados a los demás partidos políticos y no le auguro un buen futuro al PAN”.

 

La secretaria general del partido acepta que durante los últimos años la vida del partido ha sufrido una “burocratización” continua y ésta posiblemente haya contaminado el desempeño gubernamental.

 

“Hemos tomado posiciones más adentristas. Nos hemos dedicado en gran parte a administrar burocráticamente al partido y estamos más tiempo en las oficinas, o del PAN o del gobierno. Muchos panistas al ocupar puestos de gobierno por error dejaron de seguir siendo el contacto con la ciudadanía, este es el principal tema que tenemos que analizar”, dice.

 

Quien fuera coordinador de la campaña presidencial panista, Roberto Gil, afirma que la legislación electoral y los tiempos asignados para las elecciones internas del partido explican el resultado porque no permitieron lograr la cohesión del partido. Cuando se debía estar construyendo un proyecto conjunto, una vez terminado el proceso interno, los equipos aún se encontraban confrontados.

 

Gil asegura que la responsabilidad total de la derrota y de los malos resultados electorales no está en el desempeño de la campaña, la cual, desde sus inicios estuvo plagada de desajustes y varios tropiezos.

 

“No veo el nexo causal entre uno y otro, sobre todo porque debemos ser muy conscientes de que las causas estructurales del escenario actual del PAN son mucho más profundas que la coyuntura de los 90 días de la campaña presidencial”. Señala que hay un primer error, la forma en que se define a los candidatos, los tiempos para este proceso y el discurso del partido, no podrá hacerse una evaluación de asuntos de mayor profundidad.

 

En este sentido, plantea una cuestión de fondo: “¿Cuál es la bandera que defiende el PAN de manera sistemática? Los panistas somos incapaces de respondernos eso”.

 

Luego, plantea otra pregunta: ¿Por qué ganó el PAN en Nuevo León y Tamaulipas y aumentó su votación en Veracruz y Yucatán?

 

“Porque supo adecuar el discurso, ahí hubo un refrendo a la política de seguridad del presidente Felipe Calderón. ¿Por qué ganamos en Coahuila? Porque fuimos una oposición exigente frente a Moreira. ¿Por qué perdimos en Jalisco y en Morelos? Esa es una gran pregunta que se tiene que responder. Pero no parece sensato ni responsable decir que la causa de todo lo que nos pasó en todos los lugares tiene que ver con la forma en la que se desarrolló la campaña presidencial”.

 

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