La buena noticia es que los delitos de alto impacto disminuyeron en gran parte del país, durante el mes de julio. La mala es que la cifra bajó muy poco, de hecho hubo 152 homicidios menos que en junio de este año, considerado el mes más violento en los últimos 20 años. Ayer el Secretariado Ejecutivo de Seguridad Nacional publicó las cifras de julio y el mes se colocó como el tercer mes más violento de la historia.

 

Han pasado al menos ocho meses en los que vemos que las cifras de delitos como las de homicidios, secuestros, extorsiones, robos con violencia, robo a transeúntes y sobre todo robo de automóviles con y sin violencia siguen aumentando mes con mes.

 

Pero en realidad muchos llevamos más de dos años advirtiendo que hace falta un cambio de estrategia en materia de seguridad, un cambio de ruta que permita bajar la violencia y la inseguridad en nuestro país.

 

El verdadero problema es que cuando uno analiza las cifras plasmadas en el secretariado, se puede observar que el fenómeno de la inseguridad ya no es propio de estados como Tamaulipas, Sinaloa o Chihuahua; la inseguridad y los llamados delitos de alto impacto ahora se extendieron a todos los estados del país.

 

La Ciudad de México es uno de los mejores ejemplos, pues pese a que el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, asegura que “está todo bajo control”, lo cierto es que los homicidios y delitos de alto impacto cada día están siendo más comunes en todas las zonas de la capital del país.

 

Este mes lo que nos reflejan las estadísticas del secretariado es qué ciudades como Puebla, Querétaro y Zacatecas tuvieron aumentos de más de 50% en sus cifras de homicidio doloso, robo de vehículos y extorsiones.

 

Cada mes hay una entidad nueva que se incluye en las estadísticas, lo que nos refleja que las autoridades estatales y federales están siendo rebasadas en el combate a la delincuencia organizada.

 

El problema es que en el próximo periodo de sesiones no vemos que la estrategia del combate a la delincuencia sea un tema de interés; quizás el mayor esfuerzo del Poder Legislativo será que diputados y senadores debatan el Nuevo Sistema de Justicia Penal, el cual, aseguran muchos procuradores y gobernadores del país, es el responsable de la inseguridad.

 

Los legisladores querrán entrar al debate de la contrarreforma al sistema penal, es decir, hacer cambios urgentes al código penal que permitan a los jueces decretar en más delitos la llamada prisión preventiva.

 

Seguramente se alcanzarán los cambios, pero eso no resolverá el problema de la inseguridad, quedará pendiente la Ley de Seguridad Nacional y todos los debates en materia de seguridad, mientras tanto la inseguridad continuará aumentando y los ciudadanos sentiremos sus efectos.

 

En otros procesos

Habrá que estar pendientes esta semana de la Fiscalía Anticorrupción de Nuevo León, pues hará el mayor de sus intentos por inculpar al ex gobernador Rodrigo Medina de enriquecimiento ilícito e incluso de haber utilizado en diversas ocasiones los aviones del Estado para uso personal.

 

La estrategia y el expediente serán de los últimos intentos que hará el gobernador de la entidad, Jaime Rodríguez El Bronco, por meterlo a prisión; habrá que ver si lo logra.

 

caem