Esta mañana, la escritora mexicana Elena Poniatowska fue galardonada con el Premio Cervantes de Literatuta en España, donde dejó al descubierto su pasión por las letras y por una sociedad de América Latina que necesita ser escuchada.

 

En su discurso, la “Princesa Roja” recordó a los niños, mujeres, ancianos, presos, dolientes y estudiantes que caminan a su lado como periodista y escritora.

 

Poniatowska se describió como “una Sancho Panza femenina” que da voz a perdedores.

 

“Aprendí el español en la calle, con los gritos de los pregoneros y con unas rondas que siempre se referían a la muerte. ‘Naranja dulce,/ limón celeste,/dile a María/que no se acueste./María, María/ya se acostó,/vino la muerte/y se la llevó’. O esta que es aún más aterradora: ‘Cuchito, cuchito/mató a su mujer/con un cuchillito/del tamaño de él./Le sacó las tripas/y las fue a vender./—¡Mercarán tripitas/de mala mujer!'”

 

“Todavía hoy se mercan las tripas femeninas. El pasado 13 de abril, dos mujeres fueron asesinadas de varios tiros en la cabeza en Ciudad Juárez, una de 15 años y otra de 20, embarazada. El cuerpo de la primera fue encontrado en un basurero”.

 

“Recuerdo mi asombro cuando oí por primera vez la palabra ‘gracias’ y pensé que su sonido era más profundo que el ‘merci’ francés. También me intrigó ver en un mapa de México varios espacios pintados de amarillo marcados con el letrero: ‘Zona por descubrir’. En Francia, los jardines son un pañuelo, todo está cultivado y al alcance de la mano. Este enorme país temible y secreto llamado México, en el que Francia cabía tres veces, se extendía moreno y descalzo frente a mi hermana y a mí y nos desafiaba:

 

‘Descúbranme’. El idioma era la llave para entrar al mundo indio, el mismo mundo del que habló Octavio Paz, aquí en Alcalá de Henares en 1981, cuando dijo que sin el mundo indio no seríamos lo que somos”.

 

Checa aquí su discurso íntegro: